REVISTA PERUANA DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA

2023, No. 19

ISSN: 2077-4168

https://doi.org/10.34236/rpie.v15i19.463

 

La relación docente-estudiante a través del contenido multimedia audiovisual y las redes sociales

 

Manolo Camacho Weberbauer

https://orcid.org/0000-0003-0366-2176

manolo@lupa.net.in

 

Carla Levi Velásquez

https://orcid.org/0000-0001-8551-8519

carlamajareta@gmail.com

 

Edward Mitchell Cárdenas Olaya

https://orcid.org/0000-0001-6369-0262

mcardenaso@gmail.com

Fernando Santos Cubas

https://orcid.org/0000-0002-6052- 5293

fer314@hotmail.com

Recibido: 10/07/2023

Aprobado: 28/12/2023

 

 

 

Resumen

La comunicación entre profesor y alumno, observada desde la perspectiva socioemocional para lograr un aprendizaje significativo, es muy importante tanto en entornos virtuales como semipresenciales. Por ello, el objetivo de la investigación fue determinar el nivel de empatía del docente, tanto en clases virtuales como semipresenciales, durante los semestres 2021-II y 2022-I en la TLS (Escuela de Educación Superior Tecnológica Privada Toulouse Lautrec, ubicada en Lima, Perú), enfocada en cursos de Diseño, Publicidad y Marketing Digital, Cine y Comunicación Audiovisual Multimedia. El estudio fue descriptivo, de diseño no experimental y comparativo. La muestra estuvo conformada por 88 estudiantes y el instrumento utilizado fue la encuesta. Los resultados indicaron que el nivel de percepción de los estudiantes sobre la empatía, la interacción y el uso y manejo de la plataforma virtual por parte de los docentes en los dos semestres fue alto. Se concluye que existe una diferencia significativa entre el nivel de cercanía del docente del semestre 2021-II y 2022-I (Sig. < 0.05), con un promedio de 0.602. Se rescata la importancia de construir una relación en el entorno virtual entre docente-alumno, tanto de calidad como efectiva que favorezca así a un resultado exitoso y asertivo por parte del docente, quien es el que crea y/o utiliza los contenidos audiovisuales para comprobar el uso que los alumnos dieron a las redes sociales, especialmente en el periodo de confinamiento como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. Así, los recursos multimedia se convierten en plataformas de consumo, sobre todo para los jóvenes que hacen uso de ellas para buscar “contenido” que les brinde satisfacción. En ese sentido, los docentes deben ser conscientes y aprovechar los recursos tecnológicos que las TIC brindan para ayudar en el fortalecimiento y establecimiento de relaciones con los estudiantes, las que se pueden tangibilizar mediante hechos como la proximidad generada y/o la mejora de esta en la relación docente-estudiante.

Palabras clave: entorno virtual de aprendizaje, plataforma virtual de aprendizaje, ambiente de aprendizaje, profesionales de la educación, estrategias educativas, estudiante-profesor, formación docente.

 

The teacher-student relationship through audiovisual multimedia content and social networks

 

Abstract

Communication between teacher and student, observed from a socio-emotional perspective to achieve meaningful learning, is very important in both virtual and blended environments. Therefore, the objective of the research was to determine the level of empathy of the teacher, both in virtual and blended classes, during the 2021-II and 2022-I semesters at the TLS (Toulouse Lautrec Private Technological Higher Education School, located in Lima , Peru), focused on courses in Design, Advertising and Digital Marketing, Cinema and Multimedia Audiovisual Communication. The study was descriptive, non-experimental and comparative in design. The sample was made up of 88 students and the instrument used was the survey. The results indicated that the level of students’ perception of empathy, interaction, and the use and management of the virtual platform by teachers in both semesters was high. It is concluded that there is a significant difference between the level of teacher closeness of the 2021-II and 2022-I semester (Sig. < 0.05), with an average of 0.602. The importance of building a relationship in the virtual environment between teacher-student is highlighted, both quality and effective, thus favoring a successful and assertive result on the part of the teacher, who is the one who creates and/or uses the audiovisual content to verify the use that students gave to social networks, especially in the period of confinement as a result of the COVID-19 pandemic. Thus, multimedia resources become consumption platforms, especially for young people who use them to search for “content” that gives them satisfaction. In this sense, teachers must be aware of and take advantage of the technological resources that ICT provides to help strengthen and establish relationships with students, which can be made tangible through facts such as the proximity generated and/or the improvement of this in the teacher-student relationship.

Key words: virtual environment, education professionals, educational strategies, student-teacher, teacher training.

 

Introducción

 

Planteamiento del problema

La problemática socioeconómica, cultural y educativa generada por la crisis sanitaria de la COVID-19 exigió, en el marco educativo, la migración de la presencialidad hacia la educación remota en todos los niveles a escala global. En ese contexto, la comunicación interactiva entre docente y estudiante se vuelve relevante, principalmente desde la perspectiva socioemocional. Aguinaga et al. (2010) afirman que las interacciones en la educación a distancia constituyen el elemento integrador para lidiar contra el aislamiento del estudiante, ya que colaboran con el fortalecimiento del sentido de pertenencia. Así, su grado de satisfacción incrementa y, por ende, su continuidad. Este aspecto es fundamental debido a que el entorno virtual se transforma en el espacio donde se produce un diálogo constante que busca reducir el aislamiento, y generar el acercamiento hacia el estudiante de manera asertiva, integradora y animada.

Una relación de calidad entre docente-estudiante se puede convertir en una base de apoyo para el aprendizaje a largo plazo (Hamre y Pianta, 2001) con actitudes positivas hacia el maestro y el curso (Wilson y Ryan, 2013). Esto es clave para el desarrollo saludable de todos los estudiantes (Patrício et al., 2015). En contraste, mantener relaciones negativas con los maestros puede incitar a una mayor falta de compromiso en el aula (Archambault et al., 2017). De hecho, la falta de compenetración con un profesor podría, en última instancia, comprometer la perspectiva positiva del alumno con su centro de estudios y su interés en las actividades académicas (Stipek y Miles, 2008).

El contexto de pandemia obligó a que las aulas presenciales se trasladaran indefectiblemente a un espacio virtual. Sin embargo, la situación del sector educación en el Perú, la cual de por sí ya venía siendo vulnerable, se incrementó de manera exponencial. Este contexto conllevó otro tipo de problemáticas, tales como el desigual acceso a la conectividad, y el deficiente manejo de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el espacio educativo, de ahí que se volviera necesario garantizar la calidad docente (Huanca-Arohuanca et al., 2020). Dichos desafíos y dificultades a los cuales se enfrenta la educación virtual impactan, indudablemente, en el desarrollo de las clases y en la relación docente-alumno, en tanto el primero tiene un rol facilitador y de mediación para favorecer los procesos de enseñanza y aprendizaje (Rodríguez y López, 2017).

En ese sentido, es importante que la interacción de la presencialidad entre estudiante y docente (antes o después de horas de clase) permita construir una relación de calidad entre ambos, lo que se espera también en un espacio virtual, dado que esto puede generar un bienestar socioafectivo, de estatus personal y social en los estudiantes (Crespo-Ramos et al., 2017). Con ese fin, las plataformas digitales generan un alto impacto en los procesos de socialización y comunicación interpersonales, y cobran mayor relevancia en los jóvenes, quienes viven rodeados de dispositivos digitales, principales canales alternativos de comunicación a los estilos tradicionales de interacción (Camas Garrido et al., 2018; Viñals y Cuenca, 2016).

En lo que se refiere al uso de las redes sociales, el informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2020) indicó un aumento significativo de su uso, sobre todo durante la pandemia de la COVID-19. Sobre el particular, Merchant y Lurie (2020) encontraron en una muestra compuesta por estudiantes universitarios que, durante el confinamiento, las redes sociales representaron un espacio adecuado para la interacción entre docentes-estudiantes que superaba al evidenciado a través de medios tradicionales, como la televisión, radio y prensa.

Por ello, la presente investigación tiene como propósito identificar la perspectiva del alumno/a de la TLS hacia el/la docente y cómo este genera nivel de cercanía hacia sus estudiantes en el entorno virtual con el uso acertado de contenido multimedia que sea tanto de calidad como efectivo. Se destaca el rol de las redes sociales para generar espacios de aprendizaje y de investigación, deslindando esa aura negativa construida sobre las mismas, ya sea por el mal empleo de algunos estudiantes sobre estas herramientas, o por parte de los mismos docentes en horas lectivas o de ocio.

 

Justificación de la investigación

En la actualidad, bajo el contexto de pandemia que inició el año 2020, el sistema educativo dio un giro radical en su proceso, sobre todo en países en desarrollo, quienes tuvieron que adecuarse al mundo virtual. Si bien se había implementado la educación a distancia en algunas universidades, esta innovadora modalidad se generalizó de manera imprevista y sin la capacitación adecuada, tanto para estudiantes y docentes en todos los niveles educativos. Es así como los docentes se vieron obligados a adecuar sus cursos a una plataforma virtual, y afrontar el hecho de no poder sostener contacto directo con sus estudiantes. Así, comenzó el reto de no solo impartir conocimientos, sino ensayar cómo conectar y lograr un nexo cordial con el alumno para potenciar el aprendizaje. Esto, con el objetivo de lograr una relación basada en aspectos comunicacionales, afectivos y motivacionales (Caram et al., 2020).

Así, de acuerdo con Caram et al. (2020), en situación de pandemia, la educación virtual y los docentes debieron proponer nuevas herramientas y estrategias, para las cuales se tuvo que hacer seguimiento con evaluaciones permanentes a lo largo del proceso de enseñanza. El proceso educativo virtual de enseñanza-aprendizaje entre docente y alumno mejoró y se fortaleció a través de la pantalla, aunque no se estableció vínculo visual con el alumno; para ello, el docente debió emplear estrategias que generaran una relación entre las partes. Ya desde la segunda década del siglo XXI se vienen planteando estos temas. Por ejemplo, Bustos y Coll (2010) han mencionado lo siguiente:

Un entorno no presencial o virtual de enseñanza y aprendizaje de este tipo no son réplica de un salón de clases convencional, sino un nuevo espacio de interacción social que plantea demandas diferentes tanto a los estudiantes como a los profesores proporcionando nuevas herramientas, metodologías innovadoras y posibilidades de interacción enriquecidas para llevar a cabo el aprendizaje. (p. 175)

Desde su aparición, las redes sociales fueron pensadas como herramientas de entretenimiento y comunicación inmediata. Con el tiempo, se ha observado que se han podido adaptar como un recurso indispensable para la comunidad educativa (Arévalo et al., 2016; Hernández et al., 2018). De esta manera, han pasado a ser plataformas que favorecen la búsqueda de información y el desarrollo en el proceso de aprendizaje, pues promueven el interés y la participación tanto de docentes como de estudiantes.

Cabe resaltar que las circunstancias socioeconómicas y culturales de cada estudiante han sido diversas (Rojas, 2021). Así, había hogares que contaban solo con una computadora, la cual debía ser “turnada” por diferentes miembros de la familia según las actividades que cada uno necesitaba cumplir; en otras ocasiones, sin saberlo, el profesor impartía la clase para toda la familia, ya que todos estaban cerca del estudiante en el mismo ambiente. Sin embargo, la mayoría de las veces, el docente “exigía” que el alumno encendiera la cámara sin reflexionar sobre las condiciones que el alumno pudiera estar atravesando; incluso, lo amenazaba con bajarle calificación aún si esto último no se encontraba estipulado en la rúbrica de evaluación del curso, afectando de esta manera el aprendizaje y la formación. Estas eran situaciones y realidades tan diversas que el docente, aparte de intuirlas, debió identificar para utilizar otros recursos que lograran el acercamiento a esos estudiantes a quienes no conocía y, dada la coyuntura sanitaria, probablemente ni llegaría a conocer físicamente a futuro.

Este tipo de circunstancias adversas, resultantes de la obligatoriedad de la virtualización de la educación y el arrastre de problemáticas sistémicas en el sector, tuvieron como resultado que el índice de deserción escolar en pandemia se incrementara. Así, más de 400 mil estudiantes dejaron sus clases (Instituto Peruano de Economía, 2021). Además de ello, cabe resaltar el incremento de estrés y cansancio tanto para alumnos como para docentes, consecuencia del elevado número de videoconferencias que reemplazaban las clases (Vicente y Diez Canseco, 2020), además de la aparición de síntomas de ansiedad entre los alumnos (Sánchez et al., 2021).

Por lo expuesto, la relación entre docente-estudiante en tiempos de pandemia y postpandemia debió originarse en el marco de la confianza y la buena voluntad, y estar cimentada en los valores morales de las partes y, sobre todo, en la ética de manera recíproca. De esta manera, al entablar vínculo mediante distintas plataformas virtuales, debió generarse un espacio en el que prevalezca no solo el respeto a cada participante y su propia individualidad, sino también que el desarrollo de cada integrante en un espacio remoto supliera la presencialidad en el aula en un entorno armonioso. Además, debía permitir que tanto el trabajo colaborativo y el aprendizaje fueran procesos que fluyeran entre las partes, objetivo que persigue alcanzar la presente investigación.

 

Marco Teórico

Estudios previos

Los estudiantes socializan en espacios virtuales donde se sienten cómodos, confiados y ampliamente dispuestos a experimentar con recursos y herramientas acorde con el dominio que poseen. En ese sentido, Arrobo et al. (2018) sostienen que las tecnologías influyen en la relación entre los individuos para producir mejores posibilidades de conocimiento y desarrollo social.

Por otro lado, diversos autores encontraron que aquellos estudiantes con relaciones cercanas con sus docentes presentan mayor compromiso académico, rendimiento, autoeficacia y motivación en comparación con los estudiantes con relaciones más distantes (Sakiz et al., 2012; Tosto et al., 2016. De igual manera, más allá del rendimiento académico, una relación positiva entre estudiantes y maestros es un factor protector contra la depresión y otros riesgos psicosociales en estudiantes con relaciones parentales conflictivas (Huang et al., 2018; Olivier y Archambault, 2017; Wang et al., 2013).

Por su parte, García y Heredia (2018) sustentan el valor y la importancia que representan las redes sociales como agente que contribuye con la dinamización de las emociones entre los estudiantes. Destacaron cómo las emociones se contagian a los usuarios dependiendo de la cercanía y la relación entre ellos, es decir, si una persona se relaciona con una comunidad mayormente feliz, existe la posibilidad de que se contagie de esa emoción y sea más feliz, y viceversa. En su investigación, García y Heredia (2018) estudiaron a 200 estudiantes de educación secundaria obligatoria de la ciudad de Granada (España) y concluyeron que el 63,5 % de los alumnos obtuvo una mejora en sus calificaciones debido a la influencia del uso de las redes sociales.

El uso educativo de las redes aporta en el aprendizaje en dos perspectivas: en el ámbito social, que se manifiesta en la interacción con sus compañeros y abre la posibilidad de una vinculación con el docente a través de estos medios, y en el ámbito emocional, pues los estudiantes se sienten identificados con un espacio para relacionarse y expresar sus emociones de manera libre. Ese estado emocional positivo es lo que favorece un aprendizaje más concreto en el aspecto académico.

Por su parte, Rodríguez et al. (2017) asumen la postura de respaldar el uso de redes como vehículo didáctico y metodológico que fomente un aprendizaje colaborativo y constructivista. En ese sentido, los resultados señalan que los estudiantes utilizan las redes sociales con fines de entretenimiento, para mantener la comunicación con sus amigos y conocidos, etc. La orientación educativa gira en torno a la acción de compartir documentos en las redes, en especial a través de Facebook, que presenta una funcionalidad más potente, aunque esta red restrinja el acceso por ser de carácter privado, a menos que se tenga como contacto al destinatario del archivo.

Asimismo, los investigadores reafirman que las redes sociales son herramientas con posibilidades didácticas que permiten crear y compartir contenido, adquirir conocimientos, permanecer actualizados y socializar, lo que refuerza el tránsito hacia concretarse. En síntesis, concluyen que los estudiantes están más predispuestos a usar estas tecnologías en las actividades de aprendizaje que el mismo centro formativo, los docentes y los procesos educativos.

Todo esto se enmarca en el contexto que destaca el acceso a la educación a distancia, el cual es presentado en el comunicado de prensa del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia del 05 de junio del 2020 (Unicef, 2020); en él, se detalla que, en 71 países de todo el mundo, tan solo la mitad de la población tiene acceso a internet. Teniendo en cuenta estos estudios previos, la presente investigación retoma la importancia de espacios y herramientas en el mundo virtual para contribuir a la nueva modalidad de enseñanza post pandemia. Sobre la base de esta premisa, se buscará, entonces, explorar el rol del contenido multimedia en la construcción de una relación pedagógica entre alumnos y docente.

Sustento teórico

La presente investigación está fundamentada en el enfoque filosófico del humanismo, ya que “la interacción en la educación a distancia es el elemento por excelencia sin el cual no es posible hablar de un aprendizaje constructivista ni colaborativo” (Aguinaga, 2008, p. 4). En líneas generales, la interacción se refiere al estudio y promoción de los procesos integrales de la persona, y debe ser estudiada en su contexto interpersonal y social. De acuerdo con esa perspectiva, “los alumnos son entes individuales, únicos, diferentes de los demás; personas con iniciativa, con necesidades personales de crecer, con potencialidad para desarrollar actividades y para solucionar problemas creativamente” (García-Rangele et al., 2014). Así, menciona que los estudiantes no son seres que sólo participan cognitivamente, sino personas con afectos, inquietudes, intereses y valores e ideas particulares, a quienes debe considerarse en su personalidad total.

De acuerdo con Moreno-Correa (2020):

Existen diferentes metodologías que se han implementado actualmente y que buscan modificar el proceso de enseñanza-aprendizaje para reemplazar la clase magistral fomentando el aprendizaje activo. La incorporación de la didáctica en la enseñanza, el uso de pedagógico de las TICS y la aplicación de las teorías constructivistas han permitido que algunos profesores modifiquen sus aulas introduciendo estas metodologías que pueden tener diversos nombres, ya sea, “aprendizaje activo” propiamente dicho, “aula invertida”, “aprendizaje a partir de problemas”, entre otras. (p. 17)

En efecto, se ha afirmado que la mejor educación es fruto de la mejor relación o vínculo pedagógico. En el marco de una perspectiva interpersonal de la enseñanza, se encuentran investigaciones que revelan una influencia positiva de la relación docente sobre los resultados cognitivos y afectivos de los estudiantes (Wubbels y Brekelmans, 2005).

Relación docente-estudiante

La relación afectiva que se establece entre los docentes y sus estudiantes es una variable mediadora del proceso de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, para la mejora de la práctica docente en sus diferentes niveles, y en línea con un ejercicio reflexivo y de autoevaluación permanente, es necesario apuntar a analizar el aspecto afectivo. (Burbano-Fajardo y Betancourth-Zambrano, 2018).

Según Flores (2019):

(...) promover un ambiente relacional de calidad en el contacto cotidiano entre docentes y estudiantes, pondrá a los primeros en mejores condiciones de alcanzar los resultados de aprendizaje que busca alcanzar conjuntamente con sus alumnos, variables que en algunos estudios ya aparecen vinculadas. Por ello, resulta clave tener presente que el proceso relacional, debe ser un elemento previo a desarrollar con los estudiantes, antes de empezar la transmisión cognitiva de los contenidos de clase. (p. 12)

Si el docente se da la oportunidad de generar un enfoque empático en su rol diario se establecerá una atmósfera, sin duda alguna positiva, que permitirá estimular y activar en los alumnos la iniciativa de educarse, fortalecer la motivación personal y las ganas de superar cada obstáculo dentro y fuera del aula (Rodríguez-Saltos, et al., 2020). El trato maestro-estudiante debe estar asociado a la tolerancia y al respeto, con un enfoque vinculado a la cercanía y la proximidad, pues, la persona que comprende y siente las emociones de los demás desarrolla y fortalece la capacidad intelectual, así como lo faculta para percibir incluso más allá. Esto lo lleva a buscar estrategias para facilitar el aprendizaje y construcción de nuevos conocimientos.

La relación entre estudiante y docente también debe ser potenciada, desarrollada y fortalecida en un entorno virtual a través de recursos audiovisuales. Sobre ello, López (2022), parafraseando a Temesio (2016), indica que es importante tomar en consideración la accesibilidad en entornos virtuales para favorecer los procesos de aprendizaje e interaccionar en el ecosistema digital a partir de la participación de todos en igualdad de oportunidades. Sus principios y pautas promueven múltiples opciones de presentar la información (contenidos), múltiples formas de expresión (evaluación) y múltiples formas de implicación (motivación). De acuerdo con Crisol et al. (2020), “considerar las experiencias del usuario al interactuar con los contenidos, docentes y demás participantes en formaciones e-learning es muy importante, ya que la accesibilidad y usabilidad de estas se enfocan en el diseño y funcionalidad de los ambientes educativos virtuales” (p. 8).

Uso de entorno virtual en la relación docente-estudiante

El aula virtual, en comparación con el aula tradicional, permite utilizar recursos multimedia para enriquecer el aprendizaje. El mejor aprendizaje en línea favorece que los usuarios interactúen entre ellos, y no solo sentarse y escuchar una conferencia en línea. También, permite a los participantes interactuar con los maestros, tal como lo harían en un aula. Así, hay tres claves para el éxito: la interacción con el contenido, con los instructores y entre pares (Abreu, 2020).

Toma especial relevancia que los docentes cuenten con competencias digitales comprobadas para el manejo de recursos virtuales, útiles tanto para la elaboración y ejecución de sus clases y, a su vez, que cumplan con ser provechosos para los estudiantes. Así, las competencias digitales que todo docente debe desarrollar son la informatización y alfabetización informacional, la comunicación y elaboración, la creación de contenido digital, la seguridad, y, por último, la resolución de problemas (Martínez-Garcés y Garcés-Fuenmayor, 2020). De dichas competencias, la presente investigación se centrará en emplear la de creación de contenido digital, entendida como aquella en la que la creatividad ejerce el rol fundamental para generar, editar, integrar y reelaborar los contenidos digitales acorde a las necesidades del estudiante, al igual que las del docente para utilizar como elemento transmisor de conocimiento de manera actualizada y acorde con los tiempos.

Recursos audiovisuales

Es necesario destacar que el material en imagen, sonido y texto a compartir con los estudiantes debe generar una reacción que incentive tanto el autoaprendizaje como la reflexión sobre temas diversos que motiven el diálogo abierto y la discusión apropiada. Para ello, los y las docentes están obligados a impulsar el contenido de sus clases, de tal manera que se potencie el proceso de aprendizaje y sea propicio para la retroalimentación continua entre docente-estudiante, y viceversa.

El medio audiovisual, entendido como aquel que integra e interrelaciona plenamente lo auditivo y lo visual para producir una nueva realidad o lenguaje, cuenta con grandes posibilidades para la enseñanza y el aprendizaje. En efecto, vivimos en una sociedad en la que, a través del internet, se fusionan contenidos heredados tanto del cine, la televisión y la radio, que, hoy en día, son elementos cotidianos utilizados como formas de comunicación. Entre ambos lenguajes, hay una complementariedad que fortalece el sentido de lo que se quiere transmitir y que desarrollará, a futuro, mayor impacto en función de la comunicación multimodal en el plano educativo.

En ese sentido, es importante incursionar en nuevos procesos de comunicación que permitan combinar contenidos multimedia con las enseñanzas del sistema tradicional para que, a través de diferentes plataformas que nos ofrece la red, se fortalezca la capacidad de discernimiento en los adolescentes. Así, su formación se complementa tanto en valores como en la dignificación del ser humano; ello contribuye con el aprendizaje significativo mediante el uso del método científico, sumado a los avances permanentes de la tecnología a través de contenido multimedia acorde con los nuevos tiempos. Con esto, no solo se pretende formar estudiantes con amplia gama de conocimientos, sino también hacer de ellos personas autodidactas, críticas y aptas para educarse desde sus hogares sin limitarse a tan solo recibir información en sus centros de estudio, sino exigir al máximo tanto sus propias capacidades y, sobre todo, que sus docentes sean no solo conductores sino gestores del aprendizaje con el uso correcto que brinda la tecnología.

Con los recursos digitales didácticos, podemos conectar, ampliar y fortalecer una nueva información con diversos materiales multimedia, los que permiten en el estudiante restructurar conceptos y pensamientos sólidos. Todo proceso educativo debe implicar acciones comunicativas entre docente y estudiantes, quienes compartirán información y la procesarán para generar nuevo conocimiento (Guaranda y Verdezoto, 2019).

Adame (2009, citado en Ortiz et al., 2017) indica que los recursos audiovisuales son considerados de gran importancia en el desarrollo de la educación, puesto que la mayor parte de la información que captan o reciben las personas se da a través del sentido de la vista y del oído. Por ello, una de las razones para su uso es que son motivadores, estimulan el interés, y sensibilizan a los estudiantes al mostrarles imágenes, sonidos y figuras que transmiten sensaciones.

En la actualidad, los jóvenes están muy ligados a los recursos multimedia y al manejo de nuevas tecnologías (Real, 2019). Por este motivo, las series web o videojuegos, por ejemplo, ya se emplean como recurso didáctico y su consumo con fines educativos se lleva a cabo fuera del horario escolar. Sin duda, este es uno de los elementos novedosos respecto a tiempos prepandemia.

Mediante las herramientas tecnológicas digitales, los alumnos pueden acceder a películas en diferentes idiomas, visualizar vídeos, cortometrajes, recurrir a tutoriales, videoclips e, incluso, les permiten la creación de multimedia. De hecho, para los jóvenes, el lenguaje multimodal forma parte de su comunicación cotidiana. Esto es posible a través de varias redes sociales mediante las cuales pueden acceder a estos contenidos multimedia y a la creación y compartición de videoclips, gifs y memes. Sin embargo, el empleo de estos recursos en la educación formal no debe ser arbitrario. Es necesario, entonces, analizar previamente su utilización, los beneficios que aportan según el contexto y las necesidades que presentan los jóvenes en determinados momentos de su proceso educativo.

Los medios audiovisuales despiertan gran interés, tanto entre los jóvenes como en los profesionales del contexto educativo, quizás porque proporcionan una amplia gama de funciones que les permiten emplearlos como recursos didácticos, o simplemente por la cotidianidad de su uso. Además, su utilización puede ayudar a potenciar el interés, la creatividad, la retención, y el aprendizaje autónomo y significativo de los alumnos.

Así, de acuerdo con Marín et al. (2014):

La educación en comunicación audiovisual debe aprovechar la oportunidad para proponer en las aulas un estilo más dialogante y reflexivo de enseñanza aprendizaje, que permita a los jóvenes valorar conscientemente su propia actividad como lectores y como escritores de discursos mediáticos. (p. 122)

Por otro lado, las TIC son una eficaz herramienta didáctica para crear motivación en el alumnado. Sin embargo, “el propio alumno deberá realizar el esfuerzo de utilizarlas activamente y colaborar así en su aprendizaje” (Reyero, y Gil, 2019, p. 117). Adicional a ello, Parra y Rocha (2016) mencionan algunas funciones que se desprenden del uso pedagógico de recursos multimedia. Entre estas, se destaca que pueden ser utilizadas para introducir una temática; hacer referencia a contenidos previos; realizar representaciones de la realidad a nivel simbólico; promover la adquisición de conocimientos, habilidades y destrezas y demás. Todo ello pone de relieve, nuevamente, que los recursos multimedia y audiovisuales tienen un vasto potencial para poder ser utilizados como materiales pedagógicos dentro de aulas virtuales, así como ser propulsores de un vínculo entre docente-alumno dentro de un ambiente no presencial.

Uso de redes sociales para fortalecer relaciones interpersonales

Durante el tiempo de confinamiento consecuencia de la pandemia de la COVID-19, aquellos jóvenes que tuvieron acceso a la internet potenciaron su presencia en redes sociales utilizándolas para entretenimiento y como herramientas para establecer vínculo social con las demás personas. Por el contrario, el uso de redes sociales para efectos educativos no cuenta con un porcentaje de interés relevante entre la mayoría de las estudiantes porque, previo a la etapa de pandemia, estaban más relacionadas con el ocio y la diversión.

Como indica Jiménez (2021):

La vida académica se vio inundada de clases, cursos, talleres, academias de grupo, retroalimentación de estudiantes y demás actividades por medio de sesiones virtuales, lo que significó cantidad de problemáticas que vivieron tanto directivos, docentes y alumnos, pues tuvieron que experimentar cambios vertiginosos que afectaron de manera considerable los procesos educativos, el horario de atención, el seguimiento de clases por parte de alumnos y por consiguiente de docentes. (p. 7)

Mientras que diversos estudios destacan el esfuerzo tanto de docentes como de estudiantes para utilizar diferentes herramientas y, así, fomentar una didáctica participativa y alineada retroalimentación inmediata, nuestra investigación demuestra que el 44 % de alumnos encuestados manifestó usarlas algunas veces, frente al 54 % de la misma población, que afirmó que siempre usa redes sociales para efectos de entretenimiento. Frente a este escenario, cabe mencionar que, si bien los jóvenes son el más alto porcentaje de usuarios de la tecnología y sus diversas herramientas, somos los docentes quienes debimos actualizar, en tiempo récord, nuestro mucho o poco conocimiento de competencias digitales para el uso de las TIC, y convertirlos así (en un improvisado marco de acierto y/o error) en nuestros aliados estratégicos para el oficio de la enseñanza. Ante este resultado y considerando la importancia de los educadores en nuestro tiempo, es preciso destacar lo que Han (2010) indica parafraseando a Nietzsche, quien formula tres tareas por las que destaca el oficio de educar: para aprender a mirar, a pensar, y a hablar y escribir (p. 36).

 

Metodología

Población, muestra, muestreo y unidad de análisis

La población estuvo conformada por 122 estudiantes de las carreras de Diseño, Publicidad y Marketing Digital, y Cine y Comunicación Audiovisual Multimedia de la TLS de todos los ciclos. Participaron 88 estudiantes, resultado de un muestreo no probabilístico, la unidad de análisis fue la relación estudiante-docente.

Diseño de investigación

El enfoque de la investigación fue cuantitativo, de tipo descriptivo y comparativo. El diseño fue no experimental, debido a que se buscó analizar la percepción de los estudiantes sobre el acercamiento del docente hacia ello en dos períodos consecutivos (2021-II y 2022-I) sin modificar las condiciones del estudio.

Procedimiento para recolectar y analizar los datos

La técnica que se utilizó fue la encuesta y el instrumento fue un cuestionario. Una vez diseñado, se procedió a aplicar una muestra piloto, donde se evaluó el nivel de confiabilidad del instrumento mediante alfa de Crombach (,932). Posteriormente, se utilizó el Google Forms para hacer llegar el instrumento a la muestra final. Una vez completadas las respuestas, se descargó la data y se tabularon los datos mediante el software estadístico SPSS. V.26. Los resultados se analizaron haciendo uso de la estadística descriptiva e inferencial, y se utilizaron gráficos y tablas.

 

Resultados

En la Figura 1, se muestra el incremento de 17,1 % en el nivel de percepción alto en cuanto a empatía hacia el estudiante entre el semestre 2021-I y el 2022-II.

 

Figura 1

Nivel de percepción sobre la empatía del docente en clases virtuales y semipresenciales

Los resultados indican que el docente muestra más comprensión, es más entusiasta, confiable, receptivo, muestra mayor preocupación por sus estudiantes, muestran un mayor disfrute de sus actividades. Esto lleva a que los estudiantes mantengan una percepción positiva de sus docentes.

En la Figura 2, se muestra que el nivel de percepción del estudiante hacia la interacción con el docente en clases virtuales se incrementó en un 17,7 % (nivel alto) entre los semestres 2021-II y el 2022-I.

 

Figura 2

Nivel de percepción sobre la interacción del docente en clases virtuales y semipresenciales.

Los resultados indican que el docente ha logrado una mayor participación por parte del estudiante en las sesiones de clase. Para hacerlas más dinámicas, ha utilizado herramientas como los foros, y sesiones grupales dentro del Zoom, donde se absuelven dudas e inquietudes de los estudiantes sobre la sesión.

En la Figura 3, se muestra que el nivel de percepción de los estudiantes hacia el docente en el uso y manejo de la plataforma virtual se incrementó en un 27,9 entre los semestres 2021-II respecto del 2022-I.

 

Figura 3

Nivel de percepción sobre el uso y manejo de la plataforma virtual por parte del docente en clases virtuales y semipresenciales

En este aspecto, es importante indicar que, desde la percepción de los estudiantes, los docentes han incorporado diversos elementos para realizar una clase virtual dinámica, lo que ha generado una mayor participación del estudiante y uso de diversas plataformas digitales para interactuar (Moodle, Zoom, Jamboard, Kahoot, Menti, Google Forms, etc.). Así, los docentes muestran un mayor dominio en estas plataformas de enseñanza.

En la Figura 4, se muestra que el nivel de cercanía del docente demostrado en clases virtuales se incrementó entre los semestres 2021-II y el 2022-I.

 

Figura 4

Nivel de cercanía del docente en clases virtuales y clases semipresenciales

Es necesario destacar que estos resultados se sustentan en las muestras presentadas, tal como vemos en la Figura 1. Los estudiantes perciben que, en el semestre 2022-I, el docente demostró mejor empatía en clases virtuales y semipresenciales, comparado con el semestre 2021-II. Esto se reafirma cuando observamos que en la figura 2 la interacción de los estudiantes con el docente a través de las clases virtuales creció un veinte por ciento comparado con el semestre anterior. Si nos enfocamos en el uso de la tecnología, así como en la cercanía que el docente genera con los estudiantes a través de esta, se evidencia un incremento en ambos casos sobre todo al comparar los ciclos 2022-I frente al 2021-II, en el que el resultado del esfuerzo del docente en ser más participativo y ocuparse en adquirir conocimiento de las ventajas que ofrece la virtualidad para el ejercicio del educador se evidencia acorde a los resultados expuestos.

En relación con el uso de las redes sociales, en la Figura 5, se observa que el 44,3 % utiliza casi siempre las redes sociales y el 30,7 % las utiliza siempre.

 

Figura 5

Uso de redes sociales por parte de los estudiantes de TLS, 2021

Estos resultados son muy importantes debido a que representan una oportunidad para poder generar interacción entre docentes y estudiantes, y no sólo verla como una plataforma social, sino que se le puede dar un uso académico. Se pueden crear, incluso, grupos cerrados por cada curso para garantizar la interacción.

La Figura 6 muestra que el tiempo de uso de las redes sociales al día varía; sin embargo, el 35,2 % de los encuestados lo hace entre 3 a 4 horas, quienes utilizan las redes como herramienta para socializar con las demás personas.

 

Figura 6

Tiempo promedio de uso de redes sociales por parte de los estudiantes de TLS, 2021

La Figura 7 demuestra que más del 50 % de las personas involucradas en esta muestra manifiestan usar las redes sociales como herramientas de entretenimiento.

 

Figura 7

% de estudiantes de TLS que utilizan las redes sociales para entretenimiento

En cambio, la Figura 8 llama la atención porque un 43,2 % de las personas indica que “algunas veces” usan las redes sociales como herramienta para estudiar.

 

Figura 8

% de estudiantes de TLS que utilizan las redes sociales para estudiar

 

En la Tabla 1, se presenta la comparación respecto a la cercanía del docente con el estudiante en un entorno virtual. La misma indica un crecimiento importante en el semestre 2022-I frente al 2021-II, no solo en el grado de percepción hacia el docente, sino también en cómo los estudiantes han logrado mayor participación en su relación con el uso de la tecnología y, sobre todo, con el crecimiento del nivel de cercanía entre las partes involucradas.

 

Tabla 1

Diferencia entre la cercanía al docente en los semestres 2021-II y el 2022-I

 

Mean

Std.

Deviation

Std. Error Mean

95% Confidence

interval of the Difference

t

df

Sig. (2-tailed)

Lower

Upper

Percepción hacia el Docente 2022-I Percepción hacia el Docente 2021-II

3.227

7.647

.815

1.607

4.848

3.959

87

.000

Participación del Estudiante 2022-I

1.727

4250

.453

.827

2.628

3.813

87

.000

Participación del Estudiante 2021-II

Uso de Tecnología 2022-I

2.182

5.715

.609

.971

3.393

.582

87

,001

Uso de Tecnología. 2021-II

Nivel de Cercanía 2022-I

.602

1.273

.136

.332

.872

4.437

87

.000

Nivel de Cercanía 2021-II

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se observa que existe diferencia significativa entre el nivel de cercanía del docente del semestre 2021-II y el 2022-I (Sig. < 0.05), con una media de 0.602.; vale decir ha habido mayor cercanía hacia el docente el semestre 2022-1

 

Conclusiones

Los recursos multimedia son herramientas útiles e innovadoras, resultado del consumo exponencial reflejado en el último lustro, especialmente entre los jóvenes, quienes consumen de manera constante películas, series, videojuegos, podcasts o vídeos vía streaming.

Esta investigación con los estudiantes de TLS aporta resultados para que, a futuro, se siga indagando acerca del rol en el contenido multimedia audiovisual y las redes sociales para la educación a distancia, ya que cumplen un rol preponderante en el fortalecimiento de la relación docente-estudiante.

El nivel de percepción sobre la proximidad del docente en clases virtuales y semipresenciales por parte de los estudiantes de TLS ha crecido en el semestre 2022-I en comparación con el semestre anterior 2021-II. Así mismo, la interacción del docente con los estudiantes en el uso y manejo de la plataforma virtual en clases remotas y semipresenciales ha mejorado.

Respecto a las redes sociales, se concluye que el 44,3 % de estudiantes las utiliza casi siempre, y el 30,7 %, siempre. Además, el 35,2 % indica que el tiempo de uso de las redes es en promedio de 3 a 4 horas. Finalmente, el 50 % señala que las utiliza mayormente para entretenimiento, y el 43,2 %, las usa algunas veces para estudiar.

Se concluye que existen diferencias significativas (sig.< ,05) entre el nivel de cercanía del docente con una media de ,602 entre los semestres 2022-I y el semestre 2021-II.

Para futuras investigaciones, se debe continuar analizando el nivel de cercanía con todas las carreras profesionales de TLS. Se recomienda a los docentes de la escuela materia del presente artículo tener en cuenta que la virtualidad y la semipresencialidad son oportunidades para generar un mayor acercamiento con el estudiante que aproveche los beneficios del constante avance de la tecnología.

 

 

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