R E V I S T A P E R U A N A D E I N V E S T I G A C I Ó N E D U C A T I V A
2 0 1 4 , N o . 6 , p p . 1 8 5 - 1 8 8
RESEÑA
Kalman, J., Guerrero, I. y Hernández, O. (2013).
El profe 2.0: La construcción de actividades de
aprendizaje con tecnologías de la información,
la comunicación y el diseño.
México, DF: Somos Maestros/Cinvestav.
Lea Sulmont
Instituto de Educación Superior Avansys
lsulmont@gmail.com
lea sulmont
El profe 2.0 acompaña al docente en la construcción de un circuito de apre-
ndizaje basado en la investigación documental, con discurso ágil y estructu-
rado para avanzar de manera progresiva en cada etapa de su implementación:
cómo iniciar un proyecto de investigación; cómo buscar, registrar y analizar
información; cómo presentar los hallazgos; y cómo evaluar los resultados en
un proceso continuo. Las tecnologías se van introduciendo de manera trans-
versal en cada capítulo, como herramientas aliadas en la creación de nuevas
experiencias de aprendizaje y para hacer visibles los avances y logros de los
estudiantes.
El protagonista de la historia es la actitud indagatoria del alumno que,
armado de tecnología, emprende el descubrimiento de su entorno. El docente
juega el rol de estratega, encargado de «crear los andamiajes entre las experi-
encias de los alumnos y el currículo». De este modo, genera actividades que
se articulan con los objetivos fundamentales de aprendizaje, y que toman en
cuenta las necesidades de los alumnos. Así, entonces, el libro propone que se
combine el entrenamiento de la indagación, como una estrategia innovadora
para aprender los procesos de investigación y el uso de tecnologías. La inda-
gación -entendida como la habilidad para hacer preguntas, y cuyo origen se
encuentra en las necesidades del ser humano- es una de las habilidades claves
para entender el mundo que nos rodea. Dewey (1929) señalaba que la pregunta
y la curiosidad, en tanto actitud exploratoria, es la que da origen al pensam-
iento. Por ello, la indagación debería ser siempre una actitud en el aprendizaje
que aliente a niños, jóvenes y adultos a formular «¿Qué pasaría si…?» cuando
van en busca de la solución de un problema.
En el libro -y desde el concepto de «Web 2.0»- el docente se convierte en
un «profe 2.0», quien no solo es un consumidor de información, sino también
un productor de contenidos. En esta línea, el uso de TIC va más allá de la cac-
ería de información en las múltiples fuentes que nos ofrece hoy en día Internet,
pues también alienta al usuario a tener iniciativa y responsabilidad en la pro-
ducción de contenidos.
A nivel teórico, la propuesta se apoya en una perspectiva sociocultural
del aprendizaje que destaca el rol del acompañamiento y del intercambio en el
diseño de las actividades. Plantea que la interacción con el otro permite tomar
en cuenta otros puntos de vista, ampliar las opciones, validar la información y
tomar posición. Esta perspectiva se complementa de manera acertada con el
rol activo que alumnos y docentes requieren asumir en el marco de una activi-
dad de indagación con tecnologías.
Uno de los aspectos que destacamos del texto es que, a pesar de que el
título pareciera reflejar un discurso dedicado a la evangelización sobre los ben-
eficios del uso de tecnologías en los procesos de aprendizaje, dicho razona-
miento no aparece. Los recursos digitales se hacen necesarios y se justifican en
cada una de las propuestas didácticas, en la medida que facilitan los procesos
de indagación y que su apropiación es intuitiva por parte de los usuarios. Las
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TIC están presentes desde hace tiempo en nuestro entorno económico, político
reseña: el profe 2.0
y de entretenimiento, y resistirse a su ingreso en el mundo educativo revela hoy
día una actitud anacrónica. Lo que hay que rechazar es su integración sin un
propósito claro. Este punto lo aclara el libro cuando explicita que las TIC no
constituyen un fin, sino un medio para ampliar el universo de experiencias y
recursos de aprendizaje. Por ello, destacamos la simpleza y objetividad con la
que El profe 2.0 propone secuencias didácticas y ejercicios que permiten el uso
de diferentes recursos digitales: herramientas para buscar información, medios
de almacenamiento, el uso de la fotografía y herramientas de geolocalización,
que permiten entrenar los sentidos del alumno y convertirlo en un indagador
acucioso y crítico.
Los recursos digitales y las tecnologías de la comunicación ofrecen her-
ramientas que facilitan que el alumno fluya a través de las fuentes de in-
formación y que se conecte con sus pares para construir e intercambiar sus
resultados. Esto lo pueden hacer, por ejemplo, a través de «la elaboración de
productos culturales, como una infografía, un video, etc. […]», en los que
emplean lenguajes adaptados a sus necesidades e intereses. Para los autores,
uno de los retos más grandes al desarrollar proyectos de investigación en
la escuela consiste en «[…] imaginar formas de integrar las acciones de los
alumnos de tal suerte que los involucre tanto al inicio como en la continui-
dad de la investigación documental como en la elaboración y valoración de
los productos intermedios y finales». Asimismo, integrar tecnologías exige el
diseño de actividades auténticas para el alumno, vinculadas con su contexto
y que reten sus capacidades. Como señalan los autores, «[…] a diferencia
de los textos copiados y pegados para cumplir con la tarea, los textos que
producen los alumnos muestran imperfecciones, lo cual ayuda a conocer su
manejo sobre las convenciones de la lengua». A partir de ello, se resalta que
las producciones digitales de los alumnos pueden poner en evidencia lo que
el estudiante sabe; y, por eso, es una forma de hacer que el aprendizaje se
vuelva visible, consciente y valioso.
A lo largo de cada etapa de la investigación documental, el libro nos
propone piezas de teoría y reflexión, con ejemplos, testimonios y ejercicios
prácticos, que ayudan al lector a situar las propuestas; y, al mismo tiempo, a
tener elementos para extrapolarlas y adaptarlas a su propia realidad. Si bien los
ejemplos se refieren fundamentalmente al contexto escolar, el ojo del maestro
encontrará que las actividades también son aplicables, con relevancia y perti-
nencia, en distintos niveles educativos.
En ese sentido, si a esta actitud indagatoria le sumamos el empleo de tec-
nologías, podemos contar con un escenario muy poderoso para el aprendizaje,
pues no solo nos enfocamos en entender el entorno, sino que nos es posible
actuar sobre él con herramientas que facilitan la resolución de problemas. En
ese marco, la condición es crear los andamiajes necesarios para emplear las
tecnologías como aliadas del desarrollo tanto de habilidades cognitivas como
socioemocionales.
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Finalmente, nos queda decir que El profe 2.0 nos presenta con coherencia
y simplicidad una propuesta necesaria para renovar las prácticas educativas en
el aula y fuera de ella. Con el libro, se llega a una etapa de madurez en torno a
la integración de las TIC como herramientas del aprendizaje, que nos reta a ex-
plorarlas para indagar sobre el mundo en el que vivimos y a plantear soluciones
que nos hagan vivir mejor en él.
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