R E V I S T A P E R U A N A D E I N V E S T I G A C I Ó N E D U C A T I V A
2 0 1 5 , N o . 7 , p p . 1 8 5 - 1 8 9
RESEÑA
Creswell, J.W. (2014).
Research Design. Qualitative, quantitative
and mixed methods approaches
(4a ed.). Thousands Oaks, CA: Sage.
Martín Garro
Universidad Peruana Cayetano Heredia
mgarros@gmail.com
martín garro
John W. Creswell es uno de los más entusiastas promotores de los métodos
mixtos (mixed methods) en Norteamérica. Profesor de Psicología Educacional
en la University of Nebraska (Lincoln, EE.UU.), desde inicio de los 80, ha ve-
nido trabajando, al menos desde 1994, en la promoción de los métodos mixtos
en la investigación, específicamente, en la investigación educativa. Ha trabaja-
do también con Abbas Tashakkori, Charles Teddlie y Vicki Plano Clark, con
quienes ha llevado adelante la clarificación y la mejora de los métodos mixtos
(prueba de ello son los Handbook of mixed methods in social and behavioral
research de los años 2003 y 2010). Además, Creswell ha sido fundador y coedi-
tor de la Revista de Investigación en Métodos Mixtos (Journal of Mixed Methods
Research, una publicación de Sage Journals), la cual viene apareciendo desde
2007 a razón de cuatro números por año. Recientemente, ha sido elegido pre-
sidente de la Mixed Methods International Research Association para el período
2014-2015.
El libro que reseñamos ha llegado ya a su cuarta edición. En su prime-
ra edición (1994), se denominaba solamente Research design: Qualitative and
quantitative approaches. Desde la segunda edición (2003), adopta el título de-
finitivo de Research design: Qualitative, quantitative, and mixed methods ap-
proaches, el cual se mantendrá en la tercera (2009) y en la presente edición
(2014). Con respecto a los capítulos, vemos que entre la tercera y la cuarta no
hay modificaciones, que sí hubo entre la segunda y tercera edición. Asimismo,
desde la segunda edición, se introdujeron consideraciones relacionadas con
la ética de la investigación, así como la novedad de los métodos mixtos. La
década de diferencia entre las dos primeras ediciones nos facilita identificar el
período de emergencia de los métodos mixtos.
Research design (en su cuarta edición) está dividido en dos partes y con-
tiene diez capítulos. Los primeros cuatro capítulos pertenecen a las «Conside-
raciones preliminares», mientras que los siguientes seis pertenecen a la parte
«Diseño de la investigación» (Designing research). El primer capítulo («Selec-
ción del enfoque de investigación») toma en cuenta tres consideraciones para
dicha selección: las bases «teóricas» (visión del mundo filosófica, tipo de dise-
ño, método de investigación) de las que parte el investigador, su propia expe-
riencia como investigador (más ligado a los «números» o a las «narraciones»,
o a ambos), y las demandas de la «audiencia». El panorama filosófico marca
cuatro grandes tendencias (o «paradigmas»: postpositivista, constructivista
-hermenéutico-, transformativo y pragmático). El primero se ajustará más
al diseño cuantitativo (típicos diseños experimentales, basados en encuestas,
etc.); los dos siguientes, al cualitativo (más ligado a lo narrativo, fenomenoló-
gico, a la teoría fundamentada, a lo etnográfico, etc.); y el último, a los diseños
mixtos (convergentes, secuenciales -explicativo o exploratorio-, transformati-
vos, etc.). Finalmente, todo esto se ajustará con algún tipo de método de inves-
tigación (cuantitativo, cualitativo o mixto).
El segundo capítulo («Revisión de la literatura») es el paso inevitable para
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emprender una investigación: conocer qué se ha escrito al respecto, aunque se
reseña: research design, qualitative, quantitative and mixed approaches
entiende que el uso será distinto según el tipo de enfoque (cuantitativo, cua-
litativo o mixto). Sin embargo, lo básico se mantiene: comenzar identificando
palabras claves y, luego, acceder a bases de datos (de referencias o de texto
completo). Aunque se debe llegar a identificar los libros de autores clave, se re-
comienda empezar por los artículos de revistas. Después, hay que plantear un
«mapa de la literatura» a modo de esquema jerárquico. No hay que olvidar ser
respetuosos con las forma de extraer y emplear las referencias bibliográficas;
por ejemplo, se debe utilizar las normas de estilo de la APA. Con respecto a la
información que se debe extraer, lo mínimo incluye el problema de investiga-
ción, las preguntas, las técnicas de recolección de datos y su análisis, así como
los resultados finales.
El tercer capítulo («Uso de la teoría») explica aquello mencionado previa-
mente: que el uso de la literatura (teoría) es distinto según el enfoque elegido.
Así, para un estudio cuantitativo, el énfasis estará puesto en la explicación o
la predicción, por lo que se enfatizará en las variables y sus relaciones para
responder a sus preguntas de investigación y sus hipótesis; esto será distinto
en una investigación cualitativa. En cambio, una mixta tendrá, más bien, el
sentido de un marco (framework), que puede variar entre uno más vinculado a
la Ciencia Social o más hacia lo transformador.
El capítulo cuatro («Estrategia de escritura y consideraciones éticas») cie-
rra la primera parte del texto. De hecho, el punto de las «consideraciones éti-
cas» ha sido el más trabajado en comparación con la edición anterior. Mientras
que las estrategias de escritura giran en torno al continuo perfeccionamiento
de la redacción (teniendo en cuenta auditorios distintos y formatos distintos
según el tipo de investigación -cuantitativo, cualitativo o mixto-), los aspectos
éticos giran en torno al concepto de anticipación. La anticipación a las cuestio-
nes éticas deben estar presentes a lo largo de todo el estudio: antes de ejecutarlo
(al diseñar), al comenzar el estudio propiamente, durante la recolección de los
datos, el análisis de los datos, y durante la divulgación de informes y resultados.
Cada uno de estos aspectos es detallado brevemente.
La segunda parte del libro se enfoca en las cuestiones prácticas, del hacer la
investigación, pero siempre tomando en cuenta cómo varía esa práctica según
el contexto o tipo de investigación en la cual nos movamos. De esta sección, el
capítulo cinco («Introducción») es una buena recolección de recomendaciones
sobre qué elementos deben estar siempre presentes en la introducción de una
investigación: establecer el problema (de investigación), revisión de la literatu-
ra, identificar deficiencias de la literatura (sobre nuestro problema), identificar
una audiencia y engarzar la significancia del problema con los intereses de tal
audiencia, y, finalmente, exponer claramente los propósitos de la investigación.
No son aspectos irrelevantes; por el contrario, se suele descuidar que no basta
con exponer claramente el problema, sino que también debe ser relevante y
llamativo para alguien (más allá de los propios intereses del investigador).
El capítulo seis («La declaración del propósito») es la culminación de la
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introducción. Para usar una frase coloquial, el propósito del estudio o de la
martín garro
investigación es “la cereza del pastel”, que va luego de la introducción. Su im-
portancia puede pasar desapercibida pero, por el contrario, es la puerta que
permite comunicar a otros cuál es la idea central del estudio. Claro que la
manera de comunicarlo variará acorde con el tipo de estudio -cuantitativo,
cualitativo o mixto-, y que los típicos enunciados («descubrir», «desarrollar»,
«comprender») revelarán al tipo de investigación; asimismo, el uso de variables
(sea para describir, relacionar, comparar, etc.) advertirá que se está trabajando,
por ejemplo, en un contexto cuantitativo, etc.
El capítulo siete («Preguntas de investigación e hipótesis») termina de re-
dondear el propósito de la investigación explicado antes. Esto sucede en cuanto
añade las preguntas de investigación y las hipótesis correspondientes, con lo
cual cierra el ciclo en el que se brinda información al lector (de la investiga-
ción) sobre su diseño. Es claro que, dependiendo del tipo de investigación, el
uso de las preguntas irá variando (por ejemplo, en lo cuantitativo, esto está
marcado por el uso de las variables y sus relaciones, y de la consideración de
las hipótesis como «predicciones acerca de los resultados»). Para los métodos
mixtos, el autor recomienda trabajar tres tipos de cuestiones -cuantitativas,
cualitativas o mixtas- por separado.
El capítulo ocho («Métodos cuantitativos») trata brevemente el tema del
diseño de las encuestas (para lo cual será clave entender temas como muestras,
variables, instrumentos, etc.) y de los diseños experimentales (preexperimento,
cuasiexperimento, experimento verdadero). También, se aborda ligeramente el
tema de la validez, así como del análisis de los datos. Por su parte, el capítulo
nueve («Métodos cualitativos») aclara las diferencias o -mejor dicho- las pecu-
liaridades de un estudio cualitativo. Se resalta claramente el papel del entorno,
el rol del investigador, el papel de las múltiples fuentes de información, el uso
de análisis inductivos y deductivos, el papel (y sentido) de los participantes, la
posibilidad de la emergencia (o novedad) en el diseño, así como la reflexividad
y el enfoque holístico necesario por parte del investigador. Se mencionan los
típicos tipos de recolección de datos (observación, entrevista, documentación,
materiales audiovisuales) y se hace mención a los mecanismos de validación de
la calidad de la información. Se aclara, también, mediante un ejemplo, cómo se
redacta un reporte cualitativo.
El décimo y último capítulo («Procedimientos para métodos mixtos»)
busca explicar cómo es que lo cuantitativo se «mezcla» o se combina con
lo cualitativo. Creswell parte recordando la importancia del Handbook
mencionado, y cómo a partir de esa fecha (2003 en adelante) han aparecido
múltiples publicaciones y estudios que han incorporado los métodos mixtos
de investigación. Como se podría suponer, también, en esta proliferación pudo
y puede haber cierto grado de controversia, por no decir de confusión. En ese
marco, el autor propone tres diseños básicos para los métodos mixtos: paralelo
convergente, secuencial explicativo y secuencial exploratorio. Además, el autor
añade que hay diseños avanzados y menciona tres: incrustado o embebido
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(embedded), transformativo, y multifase.
reseña: research design, qualitative, quantitative and mixed approaches
Cabe mencionar que cada uno de los capítulos se cierra con un resumen
breve, así como con ejercicios propuestos y lecturas adicionales. A lo largo de
los capítulos, también, hay muchos ejemplos que hacen la lectura ligera y agra-
dable, tanto así que pareciera que el presente texto estuviera pensado para el
autoaprendizaje. En este sentido, se entiende su carácter de texto introducto-
rio. Como mencionamos, es claro que el autor busca que esta «introducción»
sea una preparación para su Designing and conducting mixed methods research
(2011), en el cual se explaya mucho más sobre el tema de los diseños mixtos, la
recolección de los datos, etc. En este sentido, por ejemplo, en el capítulo dedica-
do a los métodos cuantitativos, no enfatiza lo suficiente en análisis complejos.
En resumen, el texto que nos ofrece Creswell es claro y sencillo, y una bue-
na introducción para los métodos mixtos. Es claro suponer que, a estas alturas
del siglo XXI, la absurda polémica que enfrentaba a los métodos cuantitativos
contra los cualitativos ya ha sido superada. Hoy la meta, más bien, es superar la
controversia propia de la emergencia de una gran cantidad de investigaciones
que se reclaman como «mixtas» (al menos, tal como se pueden leer y conocer
en revistas académicas del extranjero). En este sentido, es importante el aporte
de Creswell (y de otros autores) para clarificar los diseños mixtos.
Referencias
Creswell, J. W. y Plano Clark, V. L. (2011). Designing and conducting mixed
methods research (2a ed.). Thousand Oaks, CA: Sage1.
Tashakkori, A., y Teddlie, Ch. (2003). Handbook of mixed methods in social
and behavioral Research (1a ed.). Thousand Oaks, CA: Sage.
. (2010). Handbook of mixed methods in social
and behavioral research (2a ed.). Thousand Oaks, CA: Sage.
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Este es el texto que el autor recomienda para sus seminarios.