R E V I S T A P E R U A N A D E I N V E S T I G A C I Ó N E D U C A T I V A
2 0 1 7 , N o . 9 , p p . 1 9 9 - 2 2 8
La migración del campo a la ciudad
y la amplitud del vocabulario
Migration from rural to urban areas
and vocabulary development
María Cristina Vásquez Bendezú
Universidad de Lima
vasquez.macristina@gmail.com
Recibido: 16-04-2017
Aprobado: 02-10-2017
maría cristina vásquez
Resumen
La presente investigación busca identificar la influencia que tiene migrar a una
ciudad, sobre el desarrollo lingüístico a los ocho años de edad de niños que
nacieron en zonas rurales del Perú. Se realiza una regresión lineal múltiple
que permite identificar los factores asociados a la amplitud del vocabulario. Se
encuentra que la migración a zonas urbanas es un predictor estadísticamente
significativo de una mayor amplitud en el vocabulario, medido por el Test
de Vocabulario en Imágenes Peabody. De manera específica, los resultados
indican que los niños que migraron antes de los cinco años de edad tienen
más probabilidades de ampliar su vocabulario frente a aquellos que migraron
después de los cinco años de edad. Los niños que permanecieron en zonas
rurales obtuvieron los puntajes más bajos en amplitud del vocabulario. Con
respecto a las otras variables individuales y contextuales analizadas, los
hallazgos coinciden con experiencias previas en las que se han encontrado
factores similares asociados al desarrollo del vocabulario. Sin embargo, la
migración rural-urbana como predictora de la amplitud en el vocabulario es
una variable que no cuenta con evidencias previas en el Perú. Por ello, este
estudio permite entender, en el marco de la teoría ecológica de Bronfenbrenner
(1987), la influencia tan importante que tienen los factores del contexto sobre
el desarrollo del niño migrante.
Palabras clave: vocabulario, migración rural, desarrollo del lenguaje, in-
fancia, Perú
Abstract
This study aims to identify if migrating to cities influences linguistic development
of eight-year-olds born in Peruvian rural areas. Participants in the study belong
to a longitudinal sample, which provides information on their development
since they were 6 months old. A linear multiple regression is performed with this
information to identify related factors to vocabulary development. It was found
that migration to urban areas is a significant predictor of a greater receptive
vocabulary, measured by the Peabody Picture Vocabulary Test. Specifically,
results show that children migrating to cities before age 5 are more likely to have a
larger vocabulary at age 8, than those who migrated after age 5. The children who
remained living in rural areas obtained the lowest vocabulary scores. Regarding
individual and contextual variables hereby studied, findings are similar to those
from previous studies about vocabulary development. Rural-urban migration
as predictor of vocabulary amplitude is a variable with no previous evidence
in Peru; thus, this study provides new information for understanding the
importance of contextual factors in child development, taking into consideration
Bronfenbrenner’s ecological theory (1987).
Key words: vocabulary, rural migration, language development, childhood,
Peru
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I
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
La migración del campo a la ciudad
y la amplitud del vocabulario
1. Introducción1
Existen distintas cifras que retratan los logros educativos del Perú. La Evalua-
ción Censal de Estudiantes (ECE) 2016 muestra que los estudiantes que asis-
ten al segundo grado de primaria tienen un largo camino por recorrer para
alcanzar los estándares de comprensión lectora y habilidades matemáticas que
corresponden a su grado escolar, pues ni siquiera la mitad de la población al-
canza el nivel de logro satisfactorio (46,4% en Comprensión Lectora y 34,1% en
Matemática) (Ministerio de Educación [MINEDU], 2017). Es necesario identi-
ficar los distintos factores que permiten la mejora del rendimiento académico,
particularmente el de comprensión lectora dado que a partir de este se desarro-
llan otros conocimientos necesarios tanto académica como socialmente (Flatts
et al., 2016; Reátegui, 2008).
El proceso lector implica una práctica social en la que se integran procesos
lingüísticos y factores psicológicos (Flatts et al., 2016). La adquisición del len-
guaje es un proceso que se da desde los primeros años de vida y es fundamental
para desarrollar habilidades cognitivas, entre ellas la comprensión lectora (San-
trock, 2007). Además de la importancia en el rendimiento cognitivo y académi-
co, el desarrollo del vocabulario surge como un mecanismo de adaptación para
la socialización con el mundo que rodea al niño y al mismo tiempo permite un
proceso de interiorización y conocimiento personal (Reátegui, 2008).
Además de los factores de madurez biológica de cada niño, el contexto en
el que vive también desempeña un papel importante para su desarrollo semán-
tico. Uno de los elementos del contexto, y que ha sido poco estudiado en rela-
ción con el desarrollo infantil, es la movilidad entre áreas geográficas rurales y
urbanas. En nuestro país se ha comprobado que las diferencias de rendimiento
académico entre los que viven en el campo y en la ciudad son alarmantes: el
50,9% de los estudiantes que viven en zonas urbanas se encuentran en el nivel
satisfactorio de Comprensión Lectora mientras que el 16,5% de sus pares en
zonas rurales alcanzan dicho nivel (MINEDU, 2017).
Desde hace varias décadas, la migración interna, principalmente manifes-
tada en la movilización de familias que van del campo a la ciudad, ha sido uno
de los procesos históricos que más han afectado a la sociedad contemporánea
del Perú (Yamada, 2012). En el año 1993, se reportaba que un 70% de la pobla-
ción vivía en áreas urbanas, mientras que, en 2007, se incrementó al 76% de la
población (Instituto Nacional de Estadística e Informática [INEI], s.f.).
1.
En el presente estudio, los términos « el niño», «el docente» y similares se utilizan de
manera inclusiva para referirse a hombres y mujeres. Se opta por esta terminología
dada la convención idiomática y pretende facilitar la lectura, evitando hacer explícita
I 201
la alusión a ambos géneros.
maría cristina vásquez
A pesar de que muchas veces las migraciones internas se dan entre zonas
en las que hablan la misma lengua, los estímulos a los que está expuesto el niño
varían y pueden influir en el desarrollo del vocabulario. Por ello, se estudiará
¿cuál es la relación que se presenta entre la migración de áreas rurales a ur-
banas y la amplitud del vocabulario de los niños a los ocho años de edad? Se
prestará especial atención a la adquisición del vocabulario, en relación con la
migración, por ser una herramienta esencial para la comunicación y desarrollo
cognitivo (Berko Gleason, 2010) y, al mismo tiempo, por ser un factor funda-
mental para la evidencia del nivel de nuestra educación nacional.
En Latinoamérica, y en particular en Perú, existen pocas investigaciones que
registren las consecuencias del creciente fenómeno de migración sobre los niños
y adolescentes (Escobal & Flores, 2009; Yamada, 2012). Es de especial interés
para la comunidad educativa conocer sobre la amplitud semántica a la edad de
los 8 años, que coincide con el aprendizaje de la lecto-escritura, pues el desarrollo
de vocabulario tiene una repercusión importante sobre la comprensión lectora,
una de las evidencias principales del nivel de rendimiento de los estudiantes. To-
mando en cuenta la diversidad cultural y lingüística del Perú, resulta fundamen-
tal que los docentes puedan responder a la complejidad cultural de sus alumnos,
sobre todo de los que han migrado internamente (Reátegui, 2008). Por ello, será
también importante conocer las características de los niños migrantes, de modo
que se pueda proveer los recursos y estrategias necesarias para su adaptación.
Este estudio permitirá complementar y ampliar las evidencias que ya
existen con respecto a los factores asociados al desarrollo del vocabulario
(Díaz, 2006; Paxson & Shady, 2007; Cueto, León & Muñoz., 2014). Asimismo,
se pretende aportar con evidencias del desarrollo semántico para la búsqueda
de intervenciones que beneficien a las poblaciones rurales.
2. Marco teórico
2.1
El desarrollo del vocabulario
Se entiende por desarrollo semántico al proceso de adquisición de las palabras
que lleva a cabo el niño al relacionar estas con sus respectivos significados
(Santrock, 2007; Alexander & Uccelli, 2010; Berko Gleason, 2010). La rique-
za del vocabulario aumenta cuando se establecen mayores relaciones entre las
palabras y el niño es capaz de categorizarlas; el conocimiento de las familias
de palabras y las redes semánticas hacen posible un mejor desarrollo del vo-
cabulario (Alexander & Uccelli, 2010). Bruner (1989) se apoya en la teoría de
Vygotski y describe que el contexto sociocultural cumple un papel fundamental
en el desarrollo del lenguaje; en particular, los padres y maestros conforman un
sistema de apoyo para la adquisición del lenguaje (SAAL).
Los primeros años de edad son fundamentales para el desarrollo del
lenguaje, dado que es en esta etapa en la que se llevan a cabo los progresos más
202
I
rápidos (Berko Gleason, 2010). Aproximadamente, a los dos años de edad se
encuentra una explosión del vocabulario es decir, un incremento intenso en la
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
calidad de palabras que aprenden los niños; estas suelen reflejar los conceptos
más concretos y familiares (Alexander & Uccelli, 2010; Berko Gleason, 2010).
El ingreso a la educación primaria facilita un vocabulario más complejo,
la categorización de palabras en agrupaciones semánticas, su uso de mane-
ra interconectada y las habilidades requeridas para aprender a leer y escri-
bir (Santrock, 2007; Berko Gleason, 2010). Entre los dos primeros años de
escolarización, cuando los niños tienen entre seis y ocho años, surgen los
mayores cambios de la escolaridad en cuanto a los procesos semánticos dadas
la estimulación y la evolución cognitiva (Berko Gleason, 2010). Hacia los ocho
años, los niños tienen mejor delimitadas las categorías de palabras así como
un mayor dominio de las clasificaciones sintácticas de las palabras (Berko
Gleason, 2010). De este modo, se empiezan a sentar las bases para su desarrollo
académico posterior, que implicará mayores relaciones conceptuales y mayor
complejidad en la lectura (Santrock, 2007; Berko Gleason, 2010).
2.2
Factores asociados al desarrollo del vocabulario
Los factores que influyen en el vocabulario son diversos pues existe una amplia
variabilidad individual en términos de desarrollo semántico; estos son tanto
individuales como ambientales (Walker et al., 2007; Alexander & Uccelli, 2010).
Entre los factores individuales destaca la capacidad intelectual que puede tener
un niño para asociar y recordar estímulos o palabras, que suele estar relacio-
nada con el hemisferio izquierdo del cerebro (Marchman & Fernald, 2008).
Asimismo, influye el estado nutricional del niño y su desarrollo saludable. Este
suele ser evaluado mediante variables antropométricas y se encuentra que tie-
ne un rol importante en la cognición y el lenguaje (Verdisco, Cueto, Thompson
& Neuschmidt, 2015). Distintos estudios identifican relaciones significativas
entre una talla menor de lo esperada para la edad (que suele utilizarse para
indicar retraso en el crecimiento), y el retraso en el desarrollo cognitivo y lin-
güístico (Paxson & Schady, 2007; Walker et al., 2007; Rubio-Codina, Attanasio,
Meghir, Varela & Grantham-McGregor, 2013; Verdisco et al., 2015).
Con respecto a los factores ambientales, Bruner (1989) sostiene que el co-
nocimiento del mundo que tiene el niño influirá en su adquisición del lenguaje
y Bronfenbrenner (1987) explica la teoría ecológica del desarrollo humano,
asegurando que las propiedades cambiantes del entorno son fundamentales
en el desarrollo de la persona, que se ve influenciado por las relaciones que se
establecen en sus entornos inmediatos y por los contextos más amplios a estos.
La teoría de Bronfenbrenner (1987) propone una clasificación de sistemas
o ambientes ecológicos. El primer sistema, el de mayor proximidad a la perso-
na en desarrollo, es el microsistema que incluye las actividades, los roles y las
relaciones interpersonales experimentadas por la persona en espacios concre-
tos en los que se puede interactuar cara a cara, como el hogar o la guardería.
El mesosistema es el siguiente ambiente ecológico que se caracteriza por las
I 203
interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona participa activa-
mente, por ejemplo, las relaciones entre el hogar y la escuela. En el exosistema,
maría cristina vásquez
la persona no es un participante activo pero los hechos que se llevan a cabo le
afectan a ella o a sus entornos de mayor proximidad, como pueden ser el trabajo
de sus padres o las actividades del consejo escolar del barrio. Finalmente, el ma-
crosistema abarca las relaciones y correspondencias entre los entornos anteriores
e incluye a la cultura o sistema de creencias en su totalidad en la cual crece el niño
y se transmite a la siguiente generación; por ejemplo, el macrosistema de una
familia acomodada no será el mismo que el de una familia más pobre.
Teniendo en cuenta que el macrosistema tiene un gran impacto sobre los
demás sistemas que forman parte del contexto del niño, es fundamental dispo-
ner de un entorno lingüístico que promueva la riqueza semántica, ya sea desde
la familia, la escuela, los pares hasta los medios de comunicación y accesibilidad
a otros medios de lectura (Reátegui, 2008). Lo que el niño interioriza es lo
que ha realizado previamente en su contexto social: la interacción con otras
personas y su nivel de habilidad en relación con diferentes instrumentos cul-
turales influye en el desarrollo individual del niño (Rogoff, 1993). El desarrollo
cognitivo implica un proceso de construcción social: el desarrollo cognitivo y
lingüístico están relacionados y no solo depende de la maduración biogenética
sino también de la interacción social (Riviére, 1996; Alfonso & Ibáñez, 2013).
Se ha encontrado que los niños que empiezan la educación primaria con des-
ventajas en habilidades verbales presentan mayores riesgos para desarrollar proble-
mas de lectura (Berko Gleason, 2010). En el Perú, estos niños suelen ser aquellos
cuyas madres presentan menores niveles educativos y/o que tienen una lengua ma-
terna originaria; tienen menores probabilidades de asistir a un centro preescolar y,
por ello, más posibilidades de presentar desventajas cognitivas frente a las deman-
das de la escuela, al iniciar la escolaridad (Cueto et al., 2014). Cabe anotar que un
prerrequisito fundamental para aprender a leer es la capacidad de comprensión
de las palabras (Berko Gleason, 2010). Si los niños no presentan una amplitud de
vocabulario determinada para su edad, será muy posible que muestren dificultades
para lograr el éxito académico, debido a que no comprenderán el lenguaje oral y
escrito para distintas áreas curriculares (Alexander & Uccelli, 2010).
Se encuentra que la riqueza cultural del hogar, estudiada mediante la
cantidad de libros con los que cuentan los niños en sus casas y los hábitos
de lectura de sus padres, es un factor significativo para predecir el desarro-
llo del vocabulario (Farrant, Shepherd, Walker & Pearson, 2014; Verdisco et
al., 2015). Un estudio realizado en 28 países en vías de desarrollo (Bornstein
& Putnick, 2012), encuentra que solo un tercio de las madres participantes
leían libros o contaban cuentos a sus hijos; estas actividades, entre otras, se
consideran estimulantes para el desarrollo del vocabulario de los niños y por lo
tanto resulta urgente promoverlas en países en desarrollo.
Se encuentran diferencias en el desarrollo del vocabulario entre distin-
tos contextos: una mayor riqueza socioeconómica beneficiará el desarrollo
cognitivo y semántico del niño (Díaz, 2006; Paxson & Schady, 2007; Alfonso &
Ibáñez, 2013; Coddington, Mistry & Bailey, 2014; Cueto et al., 2014; Farrant et
204
I
al., 2014; Henrichs et al., 2011; Rubio-Codina et al., 2013; Schady et al., 2014;
Verdisco et al., 2015). Aquellos ambientes desfavorecidos socioeconómicamente
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
presentan evidencias de que el lenguaje es más reducido en vocabulario (más
simple y concreto), y la conceptualización es escasa y las oraciones son breves
(Alfonso e Ibáñez, 2013).
Cueto et al. (2014) hallaron brechas en el desarrollo del vocabulario de los
niños peruanos de cinco años de edad, en función de la educación de la madre
y lengua materna, y son similares a las diferencias que se presentan a sus ocho
años de edad. A partir de su investigación, concluyen que el mejor predictor de
los resultados educativos es el nivel educativo de la madre, y que lo niños que
provienen de familias con desventajas socioeconómicas, madres con bajo nivel
educativo y lengua originaria tienen menores oportunidades educativas desde la
edad de los tres años y estas diferencias continúan hasta los ocho años de edad.
Por otro lado, estudios realizados en diferentes países de Latinoamérica
confirman que el nivel socioeconómico, junto con la educación de los padres, es
uno de los factores más influyentes en el desarrollo temprano de los niños; esta
relación será más intensa en el niño cuando sea mayor en edad (Paxson & Schady,
2007; Rubio-Codina et al., 2013; Schady et al., 2014). De manera específica, en
Costa Rica, Nicaragua, Paraguay y Perú, Verdisco et al. (2015) encontraron que
la desigualdad en distintas dimensiones del desarrollo de la primera infancia
aparece a partir de los 24 meses de edad y se va incrementando en el tiempo.
Además del factor socioeconómico, resulta importante el ambiente en el
que se desarrollan los niños, definido por las interacciones de los padres con
sus hijos, la estimulación cognitiva y lingüística que reciben los niños, el tipo
de escuela al que asisten, el material lúdico y educativo disponible por niño,
entre otros (Coddington et al., 2014; Verdisco et al., 2015).
Una investigación longitudinal llevada a cabo en Canadá por Brownell et
al. (2016) evidencia que, tomando en cuenta una combinación de factores, los
riesgos que presenta la familia del niño es el factor que tiene una correlación
más fuerte y negativa con el desarrollo lingüístico y cognitivo de este al iniciar la
escuela primaria. A su vez, estos factores de riesgo familiar están influidos por
su contexto vecinal (desempleo de los vecinos, promedio bajo de ingresos, nivel
educativo de los mismos). Los resultados sugieren que, si bien las intervencio-
nes que se enfocan en los factores individuales del niño resultan efectivas, las
intervenciones y las políticas que se enfocan en las comunidades y las familias
son las que pueden tener el mayor impacto en el desarrollo de la infancia.
Respecto a un contexto social más amplio, la teoría de Vygotski propone
que la importancia de la cultura y de la interacción social para el desarrollo cog-
nitivo del niño es inseparable de las actividades sociales y culturales (Santrock,
2007). Así, los conocimientos (como el de nuevas palabras) podrán mejorarse
con nuevas interacciones sociales. Desde una perspectiva psicosocial, la urbe
es un espacio de interacción y tanto la sociedad urbana como la migración
repercuten en las personas en distintas dimensiones: actitudes, estereotipos,
comunicación, identidad social, formación de grupos (Escobal & Flores, 2009;
Romay, López-Corton & Gil, 2012). En un estudio desarrollado en España
(Romay et al., 2012) sobre los patrones de migración, se halló que los inmi-
I 205
grantes desarrollan nuevas relaciones sociales, que repercuten en las comuni-
caciones interpersonales y, por ende, en el lenguaje.
maría cristina vásquez
Entre las pocas evidencias de la influencia del área geográfica en el
desarrollo infantil, Mastin y Vogt (2015) realizan un estudio longitudinal sobre
la adquisición del lenguaje en comunidades de Mozambique. Los autores des-
criben que los participantes de la comunidad urbana tienden a estar expuestos
a un contexto social más dinámico por la densidad demográfica, la industria
y tecnología. Los resultados muestran que los niños de zonas rurales pasan la
mayor parte del tiempo en espacios solitarios, mientras que los niños que viven
en espacios urbanos tienen más interacciones con otros individuos o grupos
sociales. Estas distinciones en sus relaciones repercuten de manera diferencia-
da en su aprendizaje de vocabulario.
3. Objetivo e hipótesis del estudio
En este estudio, se busca examinar en qué medida la migración temprana y
tardía de áreas rurales a otras urbanas predicen la amplitud del vocabulario de
los niños peruanos a los ocho años de edad. La hipótesis nula plantea que no
habría diferencias entre los niños que permanecieron en zonas rurales y aque-
llos que migraron a zonas urbanas. Dado que el desarrollo del vocabulario es
un proceso influido por el ambiente sociocultural en el que crece el niño y el
conocimiento que este tiene del mundo (Bruner, 1989; Alfonso e Ibáñez, 2013),
la hipótesis alternativa postula encontrar diferencias en la amplitud del voca-
bulario de los niños, a partir de la experiencia de migración de áreas rurales a
otras urbanas, a favor de los niños que han migrado.
4. Definición de variables
4.1
Variable dependiente
Se estudia la amplitud del vocabulario como variable dependiente, que se re-
fiere al proceso semántico de adquisición de palabras que se da desde los pri-
meros meses de edad y continúa a lo largo de toda la vida (Santrock, 2007;
Alexander & Uccelli, 2010; Berko Gleason, 2010). Esta variable es continua y se
mide con la cantidad de palabras comprendidas de modo oral en el Test de Vo-
cabulario en Imágenes Peabody [TVIP] (Dunn, Padilla, Lugo & Dunn, 1986).
Los puntajes directos pueden tomar valores desde «0» hasta «125», que corres-
ponde al total de ítems de la prueba (cada respuesta correcta tiene valor de 1).
Los valores que se utilizarán para los análisis fueron transformados a partir del
puntaje directo mediante la Teoría de Respuesta al Ítem (TRI) y se ajustaron
con una media de 300 y desviación estándar 15 (Cueto & León, 2012). Estos
puntajes transformados permiten calcular las habilidades del niño y la dificul-
tad de los ítems en una misma escala. Un mayor puntaje en esta prueba quiere
decir que el niño conoce más palabras. Para los participantes de este estudio,
los puntajes obtenidos fluctúan entre 243 y 342.
206
I
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
4.2
Variables predictoras
La variable predictora de interés es la migración. Las distinciones de rural y urbano
se basan en las definiciones descritas por el INEI (s.f.): el área urbana es descri-
ta como el territorio de un distrito conformado por uno o más centros poblados
urbanos (agrupamiento de mínimo 100 viviendas contiguas que forman calles y
manzanas). También son considerados centros poblados urbanos las capitales de
distrito, incluso si estas no cumplen con el criterio mínimo de viviendas. El área
rural es el territorio de un distrito comprendido por los centros poblados rurales
(aquellos que no tienen 100 viviendas contiguas, ni son capital de distrito).
Para el presente estudio, se entenderá por migración interna al cambio de
una localidad residencial rural a una localidad residencial urbana2. Para efec-
tos del modelo, la migración interna se compone de tres categorías (no migró,
migró tempranamente y migró tardíamente) que fueron transformadas en una
indicación de probabilidad de ocurrencia (dummy) para poder incluirlas en la
regresión linear múltiple (Keith, 2015):
i.
La variable toma valor de 0 para indicar que el niño no migró y permaneció
en un área rural hasta sus ocho años de edad.
ii.
La migración temprana toma valor de 1 para indicar que el niño migró de
un contexto rural a uno urbano entre sus dos y cinco años de edad (entre
los años 2006 y 2009), en caso contrario, adopta el valor de 0.
iii. El valor de 1 de migración tardía expresa que el niño (que hasta el año
2006 vivía en un contexto rural) se mudó a un contexto urbano entre sus
cinco y ocho años de edad, en caso contrario, tiene valor de 0.
Se toman en cuenta otras variables que en experiencias previas, se han
comportado como predictoras sobre el desarrollo de vocabulario (Díaz, 2006;
Paxson & Schady, 2007; Henrichs et al., 2011; Rubio-Codina et al., 2013; Codd-
ington et al., 2014; Cueto et al., 2014; Farrant et al., 2014; Schady et al., 2014;
Verdisco et al., 2015). La mayoría de estas son categóricas y han sido dicoto-
mizadas en variables dummy para poder ser incluidas en una regresión lineal
múltiple (Keith, 2015):
i.
Sexo del niño/a: Este es reportado por los padres de los niños, con posi-
bles valores de 1 para femenino y 0 para masculino.
ii.
Edad cronológica del niño: Esta es reportada por los padres y medida en
cantidad meses hasta la fecha de la evaluación del TVIP, ocurrida en el
año 2009.
2.
La información se obtendrá a partir de la comparación entre los datos geográficos
de residencia (denominados como rural o urbano, según la clasificación del INEI)
reportados en los cuestionarios del estudio longitudinal Niños del Milenio, aplicados
I 207
a los padres de los niños.
maría cristina vásquez
iii.
Talla para la edad: Esta variable continua es expresada mediante un pun-
taje Z, correspondiente a la diferencia de la altura del niño medida en el
2002 frente a la altura media internacional que se espera para la edad, se-
gún los criterios de la Organización Mundial de la Salud (Henrichs et al.,
2011; Cueto, Escobal, Penny, y Ames, 2012) y expresada en unidades de
desviación estándar. Esta suele entenderse como un indicador nutricional
del niño (Verdisco et al., 2015).
iv.
Índice socioeconómico del hogar: Está compuesto por el bienestar de los
miembros del hogar respecto a la calidad de la vivienda (ratio del número
de habitaciones en el hogar, material del techo, paredes y piso), uso de
bienes duraderos (tenencia de electrodomésticos y vehículos) y acceso a
los servicios básicos (electricidad, agua entubada, fuente de combustible
y servicios higiénicos)3. Es una variable continua con un rango de valores
entre 0 y 1, en que 1 representa las mejores condiciones socioeconómicas.
v.
Nivel educativo de la madre: Esta variable dicotómica toma valor de 1 si
la madre alcanzó completar la secundaria o niveles superiores, mientras
que se le asignará el valor de 0 si tiene secundaria incompleta o niveles
educativos inferiores.
vi.
Lengua materna en el hogar: Si ambos padres y/o el niño aprendieron
como primera lengua una lengua originaria (quechua, aimara o alguna
lengua originaria de la selva), esta variable toma valor de 1. En caso
contrario (si la lengua materna es el castellano), toma valor de 0.
vii.
Educación inicial del niño: Consiste en la variable dicotómica que toma
valor de 1 si el niño, entre sus 3 y 5 años de edad (en el rango del 2004 al
2007), ha asistido en al menos un año a un Centro de Educación Inicial
(CEI). Adopta el valor de 0 en caso contrario.
viii.
Educación primaria del niño: Esta variable dicotómica que toma valor de
1 si el niño, entre sus 5 y 8 años de edad (entre los años 2006 y 2009), ha
asistido al menos un año a una institución educativa primaria. En caso
contrario, toma el valor de 0.
ix.
Recibe ayuda de los padres en las tareas escolares: Esta variable que per-
mite aproximarse a la estimulación de lenguaje y conocimientos que pue-
den estar transmitiendo los padres a los hijos con un objetivo académico
en el hogar (Bornstein & Putnick, 2012). Toma valor de 1 si el padre o la
madre reportan que al menos, uno de ellos ayuda al niño en sus tareas del
colegio, a la edad de 8 años. En caso contrario, toma el valor de 0.
x.
Lectura por entretenimiento: Esta variable toma valor de 1 si los padres
reportan que su hijo suele leer como entretenimiento a la edad de 8 años.
Toma valor de 0 si reportan que el niño no manifiesta esta conducta.
3.
El índice socioeconómico es una variable incluida en la base de datos brindada por
Niños del Milenio (Cueto et al., 2012). Estos datos han sido reportados por los padres
de los niños en el año 2002, este es el momento que representa la etapa más crítica
208
I
para el desarrollo del vocabulario para los sujetos de la muestra (Santrock, 2007;
Alexander & Uccelli, 2010).
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
xi. Cantidad de libros en el hogar: Esta variable dicotómica que toma valor de
1 si los padres reportan que, en el hogar del niño, tienen seis o más libros
para leer, sin contar los libros de texto de la escuela. Toma valor de 0 si
tienen cinco o menos libros en el hogar.
5. Metodología
5.1
Tipo y diseño de investigación
El diseño de la investigación que se lleva a cabo es no experimental transeccional
de tipo correlacional-causal, debido a que se establecen relaciones entre las
variables del estudio y se analiza retrospectivamente mediante un análisis
multivariado el rol predictor que tienen determinadas variables sobre el
puntaje del vocabulario receptivo de niños peruanos nacidos en zonas rurales
(Hernández, Fernández & Baptista, 2014).
5.2 Participantes
Se utilizan datos secundarios correspondientes a los participantes del estudio
longitudinal Niños del Milenio en el Perú, que caracterizado por retratar el
desarrollo de los niños que viven en pobreza excluye del diseño muestral origi-
nal al 5% de los distritos más ricos del país y utiliza un muestreo por racimos
mediante selección sistemática (con un marco distrital) de 20 comunidades
“centinela” tanto urbanas como rurales, de las cuales se seleccionaron 100 ni-
ños que tenían la edad elegida para el estudio. La selección de la muestra fue
representativa de las comunidades pobres y rurales (Escobal et al., 2003).
Hasta el presente se han realizado 5 rondas de levantamiento de
información a los mismos participantes como parte del estudio Niños del
Milenio en los años 2002, 2006, 2009, 2012 y 2016. En esta investigación se
trabaja con los datos recogidos hasta el año 2009, y que corresponden a los
niños nacidos entre los años 2000 y 2002 en áreas rurales peruanas. Se elige
recoger la información de los niños desde sus primeros meses de edad por
ser cruciales para el desarrollo lingüístico y se busca encontrar los predictores
en el desarrollo del vocabulario hasta sus ocho años de edad, debido a que se
trata de una etapa que marca el inicio de la escolaridad y se relaciona con los
procesos de lecto-escritura (Berko Gleason, 2010). Además, coincide con el
final del ciclo III de la escolaridad (primero y segundo grado de primaria),
momento en que los niños peruanos participan en las evaluaciones censales
administradas por el Ministerio de Educación.
El estudio se centra en el área rural con el fin de analizar con exclusividad
las características de esta población, que se conoce como la más desfavorecida
frente a la urbana, en cuanto a tasas de analfabetismo, provisión insuficiente
de servicios básicos, ausencia de planificación de transporte y territorial, entre
otros (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola [FIDA], 2013).
I 209
maría cristina vásquez
Para esta investigación participan 445 niños de la muestra del estudio
Niños del Milenio. Debido a los objetivos de la investigación, se seleccionaron
a aquellos que habitaban áreas rurales en la ronda 2002 y que rindieron el TVIP
en castellano. Al evaluar su sensibilidad mediante G*Power, se encuentra que
dicho tamaño es lo suficientemente sensible para detectar un tamaño del efecto
entre pequeño y moderado, f2 =,07 teniendo una potencia estadística de .99
(Cohen, 1992; Faul, Erdfelder, Lang & Buchner, 2007).
En la tabla 1, se presenta las frecuencias para cada momento de migra-
ción. Se encuentra que el 23% de los participantes total ha migrado de una
zona rural a una urbana en algún momento entre los años 2003 y 2009. Del
total de migrantes, la mitad de ellos se movilizó a áreas urbanas antes de 2006
y la otra mitad lo hizo antes de 2009.
Tabla 1. Distribución de frecuencias de la muestra para según momento de migración
Migración
Frecuencia
Porcent. (%)
Acum. (%)
Migración temprana
51
11,46
11,46
Migración tardía
51
11,46
22,92
No migró
343
77,08
100
Total
445
100
Fuente: Elaboración propia.
El contexto geográfico en el que crece el niño es una de las principales
variables del estudio; en función de ello, en las tablas 2 y 3, se presentan las
características sociodemográficas de los participantes según el momento (o
ausencia) de migración.
Los participantes de este estudio se dividen equitativamente respecto
al sexo, a la lengua materna y a la ayuda que reciben los niños por parte de
sus padres al hacer tareas. Un poco más de la mitad de los niños ha asistido
a un centro de educación inicial y una cantidad similar suele leer por
entretenimiento. La mayoría tiene madres con un nivel educativo inferior
a la secundaria completa y, de la misma forma, los que tienen más de cinco
libros en sus hogares (sin contar los textos escolares) se constituyen como
una minoría. Todos los niños de la muestra, con excepción de tres, asisten a
la escuela. Por otro lado, cabe señalar que en el 2009 la edad promedio de los
niños es de 8 años (D.E. = 3,74 meses). Además, los participantes presentan un
índice de nivel socioeconómico promedio de 0,21 (DE = 0,13), lo que quiere
decir que el promedio de los sujetos evaluados vive en condiciones de pobreza.
El promedio de la relación de la talla respecto a la edad es de -1,67 (D.E. =
1,23), lo que implica que los niños presentan una altura por debajo de lo que
se espera para su edad.
210
I
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
Tabla 2. Características demográficas de los participantes (variables dicotómicas)
Migración
Migración
No migró
Total
temprana
tardía
Frec.
Porcent.
Frec.
Porcent.
Frec.
Porcent. Frec.
Porcent.
(%)
(%)
(%)
(%)
Masculino
22
43,14
24
47,06
168
48,98
214
48,09
Sexo
Femenino
29
56,86
27
52,94
175
51,02
231
51,91
Incompleta
38
74,51
45
88,24
313
91,25
396
88,99
Educación
de la madre
Sec.
13
25,49
6
11,76
30
8,75
49
11,01
completa
Lengua materna Castellano
34
66,67
28
54,9
185
53,94
247
55,51
en el hogar
Nativa
17
33,33
23
45,1
158
46,06
198
44,49
Educación
No
11
21,57
18
35,29
149
43,44
178
40
inicial del niño
40
78,43
33
64,71
194
56,56
267
60
Educación
No
0
0
2
3,92
1
0,29
3
0,67
primaria del
51
100
49
96,08
342
99,71
442
99,33
niño
Recibe ayuda en
No
20
39,22
24
47,06
184
53,64
228
51,24
tareas
31
60,78
27
52,94
159
46,36
217
48,76
Lee por
No
20
39,22
16
31,37
120
34,99
156
35,06
entretenimiento
31
60,78
35
68,63
223
65,01
289
64,94
Cantidad de
≤ 5 libros
45
88,24
41
80,39
321
93,59
407
91,46
libros en casa
> 5 libros
6
11,76
10
19,61
22
6,41
38
8,54
Fuente: Elaboración propia
I 211
maría cristina vásquez
212
I
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
5.3
Técnicas de recolección de información
Para el presente estudio se utiliza el Test de Vocabulario en Imágenes Peabody:
Adaptación Hispanoamericana ([TVIP] Dunn et al., 1986), aplicado como
parte del estudio Niños del Milenio. La prueba tiene como principal objetivo
medir la amplitud de vocabulario adquirido en personas desde los 2,5 hasta los
18 años de edad (Dunn et al., 1986). La prueba consta de 125 ítems y consiste
en identificar la imagen que expresa la palabra estímulo.
Se aportan evidencias de confiabilidad y validez para los datos reco-
gidos en el estudio Niños del Milenio (Cueto & León, 2012). En primer
lugar, se muestran evidencias de confiabilidad de los puntajes directos en
el TVIP para los participantes del estudio mediante el coeficiente de alfa
de Cronbach, α =,97, EEM = 2,9 (Cueto & León, 2012). Los puntajes trans-
formados mediante la Teoría de Respuesta al Ítem (M = 300, DE = 15)
muestran un índice de confiabilidad alto, con un valor de ,95, EEM = 3,4
(Cueto & León, 2012). A partir de ello, se demuestra que existe consistencia
entre los resultados de los ítems aplicados, dada la alta correlación entre los
ítems del test.
En segundo lugar, se encuentran evidencias de validez de los resultados
para este estudio mediante dos fuentes. Una de ellas es la estructura interna,
que hace referencia a la homogeneidad de los ítems para indicar la unidimen-
sionalidad de la prueba (American Educational Research Association [AERA],
American Psychological Association [APA], & National Council on Measure-
ment in Education [NCME], 2014). Los índices de infit y outfit toman valores
entre 0,5 y 1,5 para todos los ítems, lo cual ofrece evidencias de validez para los
puntajes del TVIP en esta muestra (Cueto & León, 2012).
La segunda fuente corresponde a las evidencias de validez basadas en rela-
ción a otras variables (AERA, APA, & NCME, 2014). Los resultados en el TVIP
obtenidos se correlacionaron con otras variables del estudio que, en literatura
internacional y nacional, han comprobado guardar relación con el desarrollo
del vocabulario (Cueto & León, 2012). Así, se encontró que las puntuaciones se
correlacionan de manera estadísticamente significativa con resultados en prue-
ba de lectura (r = ,57, p < ,001) y de matemática (r = ,62, p < ,001), de acuerdo
con lo esperado (Cueto & León, 2012).
6. Resultados
Se observa que, para los 445 niños participantes, los puntajes referidos al
desarrollo del vocabulario oscilan entre 243 y 342, con lo cual el promedio
corresponde a 296,83 puntos (D.E. = 12,57), resultados muy similares a los
del diseño muestral del estudio Niños del Milenio. Considerando que estos
resultados no cuentan con baremos adaptados para la población, se analizarán
a partir de la comparación entre los distintos grupos seleccionados para este
estudio, a mayor puntaje mayor amplitud del vocabulario.
I 213
maría cristina vásquez
En el histograma del gráfico 1 se observa que no hay una distribución
normal, así como en la Tabla 4.
Gráfico 1. Distribución de puntajes para el TVIP (desarrollo de vocabulario receptivo)
Distribución de frecuencias
Fuente: Elaboración propia
Tabla 4. Test de normalidad de asimetría y curtosis (Test de D’Agostino)
Variable
Obs
Pr(Asimetría) Pr(Curtosis)
adj chi2
Prob>chi2
Pje. TVIP
445
,000
,0002**
31,17**
,000
Nota: M = 296,83 (D.E. 12,56); *p<,05 **p<,01 **p<,005
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 5, se describen los puntajes para el TVIP por cada grupo de
migración en el que se divide la muestra. Para verificar que existe una dife-
rencia estadísticamente significativa entre los grupos, se realiza el análisis de
varianza de Kruskal-Wallis. Posteriormente, en la tabla 6, se observa que exis-
te una diferenciación estadísticamente significativa entre, por lo menos, 2 de
las medias de los grupos (x2 = 35,11, p < ,0001). Mediante el análisis de U
de Mann Whitney, se realizan las comparaciones entre pares y se hallan dife-
rencias estadísticamente significativas pequeñas entre los que no migraron y
los que migraron tardíamente, a favor de estos últimos, Zu = 3,77, p = ,0002,
r = ,18. También se observa que los que no migraron y los que lo hicieron
tempranamente se diferencian estadísticamente, y son estos últimos los que
214
I tienen mayores puntajes (Zu = 5,01, p = ,00, r = ,24). En cuanto a la compa-
ración de medias correspondientes a los dos grupos migratorios (migración
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
temprana y tardía) se encuentra que no existen diferencias estadísticamente
significativas Zu = 1,24, p = ,22, r = ,06.
Tabla 5. Descripción de puntajes para el TVIP según momento de migración
Migración
Migración
No migró
temprana
tardía
Variable
N M
D.E.
N M D.E. N M D.E.
TVIP
51
303,99
10,10
51
301,09
11,98
343
295,13
12,49
Fuente: Elaboración propia
Tabla 6. Análisis de varianza Kruskal-Wallis
Observaciones
Media de rangos
Suma ranqueada
Migración temprana
51
301,13
15357,50
Migración tardía
51
275,43
14047,00
No migró
344
203,00
69830,50
Chi-cuadrado =
35,114
gl =
2
Probabilidad =
,0001
Fuente: Elaboración propia
En la tabla 7, se presenta el análisis de correlación entre las variables. Para
la relación entre dos variables dicotómicas, se utilizó el coeficiente tetracórico
(rt); entre una dicotómica y una continua, el coeficiente biserial puntual (rpb);
y entre dos variables continuas, el coeficiente r de Pearson) (Field, 2009). Se
observa que las únicas variables que no presentan una correlación con los
puntajes para el TVIP son sexo, educación escolar del niño y la cantidad de
ibros que se tienen en el hogar. Destaca que la migración, tanto temprana
(rpb = ,20, p < ,05) como tardía (rpb = ,12, p < ,05), tiene una correlación positiva
con el TVIP. Además, se encuentra que ninguna de las correlaciones entre las
variables independientes es sustancial. La única excepción es la correlación
entre migración temprana y tardía (r = -1,00, p <,01), que se da por ser variables
que se excluyen mutuamente. Este análisis permite excluir del modelo de
regresión lineal múltiple a las variables de sexo, educación primaria del niño y
cantidad de libros, por no mostrar relación con la variable de interés.
I 215
maría cristina vásquez
216
I
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
Finalmente, se lleva a cabo el análisis de regresión lineal múltiple en el
cual se busca identificar el rol predictor de cada una de las variables indepen-
dientes sobre el puntaje referido al desarrollo del vocabulario receptivo. La
tabla 8 revela que el modelo explica el 27% de la varianza del puntaje TVIP,
con un ajuste estadístico significativo al modelo (p < ,001). Se encuentra un
tamaño importante del efecto, f2 = ,37, (Cohen, 1992), lo que quiere decir que
existe una fuerza de relación alta y relevante entre las variables estudiadas. Los
análisis realizados sugieren que la potencia estadística es muy alta (1- β = ,999),
es decir que es mínima la probabilidad de no rechazar la hipótesis nula cuando
esta es falsa con los datos estudiados.
A partir de estos análisis, se puede señalar que el modelo de regresión
utilizado presenta un valor significativo y dentro de lo esperado en el campo
de las Ciencias Sociales, para explicar la varianza en la amplitud del vocabu-
lario con una potencia de predicción moderada (Field, 2009; Keith, 2015); en
otras palabras, los análisis cuentan con las condiciones óptimas. Se utilizaron
estadísticos de robustez en el modelo de regresión calculado para este estudio,
lo que quiere decir que, como parte del análisis, se pesaron las variables en fun-
ción de su varianza, de forma que se minimiza el efecto de aquellas que están
más alejadas de la media (Stata, 2013). Al contar con errores estándar robustos,
se deduce que los resultados, a pesar de no tener una distribución normal,
mantienen su potencia y por lo tanto no se presentaría mayor discrepancia en
los hallazgos (Field, 2009).
En cuanto al rol predictor de cada variable independiente sobre la varia-
ble dependiente, se muestra que todas presentan coeficientes estadísticamente
significativos excepto educación inicial (β = ,07, p >,05) y lengua materna en el
hogar (β = ,03, p >,05). Por su parte, se muestra que la edad del niño (β = ,20,
p <,001) y el nivel socioeconómico (β = ,18, p < ,001) son los predictores más
fuertes sobre la variable dependiente, seguidos por el nivel educativo de la ma-
dre (β = ,17, p < ,001). Esto quiere decir que, si la madre alcanza la secundaria
completa o un nivel educativo superior, el puntaje en el vocabulario aumentará
en ,17 desviaciones estándar o en 6,87 puntos en el TVIP.
Además, se comprueba que las variables de migración cuentan con coe-
ficientes estadísticamente significativos; en ese marco, la migración temprana
(β = ,15, p < ,001) tiene una mayor fuerza que la migración tardía (β = ,11, p
< ,01) para predecir el desarrollo del vocabulario receptivo a los ocho años de
edad. Así, si el niño migra a una zona urbana antes de sus 5 años de edad, la
amplitud de su vocabulario aumentará en ,15 desviaciones estándar del puntaje
del TVIP (5,81 puntos), pero si migra entre sus 5 y 8 años de edad, el puntaje
del TVIP solo aumentará en ,11 desviaciones estándar (4,34 puntos). También
se observa que el recibir ayuda en las tareas escolares por parte de sus padres
= ,14, p < ,001), leer por entretenimiento (β = ,13, p < ,001) y la talla para la
edad (β = ,12, p < ,01) tienen un valor predictor moderado sobre el desarrollo
del vocabulario receptivo.
I 217
maría cristina vásquez
Tabla 8. Variables predictoras del desarrollo del vocabulario receptivo
Puntaje para TVIP
β
b
Err. est.
robusto
Migración temprana
0,15
***
5,81
***
1,69
Migración tardía
0,11
**
4,34
**
1,64
Edad
0,20
***
0,68
***
0,15
Talla para la edad
0,12
**
1,26
**
0,46
Índice socioeconómico
0,18
***
17,35
***
4,30
Nivel educativo de la madre
0,17
***
6,87
***
1,79
Lengua materna en el hogar
0,03
0,80
1,10
Educación inicial del niño
0,07
1,78
1,11
Recibe ayuda de padres en tareas
0,14
**
3,58
**
1,08
Lee por entretenimiento
0,13
**
3,51
**
1,12
_constante
***
221,41
***
13,57
Observaciones
445
F
16,12*
R2
,2708
Nota: *p<,05 **p<,01 ***p<,001
Variable dependiente: Amplitud de vocabulario (Puntaje para TVIP)
Fuente: Elaboración propia
Con el fin de verificar que no existen problemas de colinealidad es de-
cir, que un predictor no tenga una fuerte relación lineal con otro predictor, se
realiza el análisis del factor de inflación de la varianza (FIV), mostrado en la
tabla 9 (Keith, 2015). A partir de la media FIV de 1,12 se comprueba que nin-
guna de las variables independientes está explicada por otra de las mismas, lo
cual implica que cada variable afecta independientemente a la varianza del de-
sarrollo de vocabulario receptivo. También se puede observar que la tolerancia
(1/FIV) para todos los casos es mayor a 0,2, lo cual confirma la ausencia de
problemas de colinealidad (Keith, 2015).
218
I
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
Tabla 9. Análisis de colinealidad
Variable
FIV
1/FIV
Talla para la edad
1,21
0,82
Nivel educativo de la madre
1,19
0,84
Nivel socioeconómico
1,14
0,88
Lengua materna en el hogar
1,13
0,88
Educación inicial del niño
1,12
0,89
Edad
1,11
0,90
Recibe ayuda de padres en tareas
1,10
0,91
Migración temprana
1,10
0,91
Lee por entretenimiento
1,07
0,93
Migración tardía
1,03
0,97
Media FVI
1,12
Fuente: Elaboración propia
7. Discusión
Los resultados obtenidos en el análisis explicativo coinciden con la literatura
revisada y permiten rechazar además la hipótesis nula del presente estudio. Se
observa que las relaciones entre la variable dependiente y la migración tem-
prana como la tardía permiten predecir mejores resultados en vocabulario re-
ceptivo. Si bien es conocida la brecha en el desempeño educativo en el Perú
entre los niños que viven en zonas urbanas y en rurales, este estudio permite
conocer que la movilidad geográfica interviene también en el desarrollo del
vocabulario. De acuerdo con la teoría ecológica de Bronfenbrenner (1987) y
la evidencia hallada en algunos estudios (Romay et al., 2012; Mastin & Vogt,
2015; Brownell et al., 2016), se comprueba que el contexto en el que crece el
niño, así como el cambio de este contexto, tiene un rol fundamental sobre el
desarrollo lingüístico del niño.
En particular, se observa que la migración temprana tiene una mayor
fuerza de predicción con respecto a la tardía. La migración antes de los cinco
años de edad tiene uno de los coeficientes de predicción más altos en cuanto
a la amplitud del vocabulario a los ocho años de edad, además de la edad, el
índice socioeconómico y la educación de la madre. Esto se explica teniendo en
cuenta que la fase crítica del desarrollo del vocabulario ocurre en los primeros
años de vida; luego, el niño va desarrollando un vocabulario más complejo a
partir de los seis años, que coincide con la estimulación y exigencias escolares
(Santrock, 2007; Alexander & Uccelli, 2010). En ese sentido, se podría deducir
que si el niño en sus primeros años de vida está expuesto a condiciones que
brinden una mayor estimulación lingüística, tendrá mayores probabilidades
I 219
maría cristina vásquez
de desarrollar un vocabulario más amplio (de acuerdo con lo esperado en la
escuela). El cambio de contexto influirá en la cantidad de relaciones sociales
que mantengan los niños tal como lo mencionan Romay et al. (2012), y estas
interacciones, sobre su desarrollo lingüístico.
La migración tardía manifiesta igualmente un rol predictor sobre el
desarrollo de vocabulario receptivo, aunque menor que la migración temprana,
e incluso menor que otros factores asociados. Se entiende así que modificar los
factores contextuales correspondientes al área geográfica entre los cinco y ocho
años de edad no representa un cambio tan determinante sobre el desarrollo del
vocabulario, como sí lo es el cambio antes de los cinco años de edad. Distintos
factores de riesgo en las áreas rurales podrían explicar una ausencia de re-
cursos suficientes para la estimulación lingüística que requiere la escolaridad.
Entre estos se incluirían la baja calidad de los centros educativos (desde el nivel
inicial) o de cuidado infantil (Díaz, 2006; Berlinski & Schady, 2015); el limi-
tado acceso a servicios básicos (Cueto et al., 2014), los bajos ingresos no solo
de la familia del niño sino también la de sus vecinos (Brownell et al., 2016); y,
en algunos casos, las escasas relaciones interpersonales por la dispersión de las
viviendas (Romay et al., 2012).
Por otro lado, se encuentra que el nivel socioeconómico y la educación de
la madre, condiciones que están sujetas al hogar en las que nace el niño, son
los mayores predictores del desarrollo del vocabulario, lo cual es consistente
con los distintos estudios que han evaluado el desarrollo infantil en Latinoa-
mérica (Paxson & Schady, 2007; Cueto et al., 2012; Rubio-Codina et al., 2013;
Coddington et al., 2014; Schady et al., 2014; Verdisco et al., 2015; Cueto et al.,
2016).
Otras variables predictoras del desarrollo del vocabulario son la participa-
ción de los padres del niño en la realización de sus tareas escolares y el hábito
del niño de leer por entretenimiento. Su influencia sobre el desarrollo del vo-
cabulario se entiende al estar relacionada con la estimulación lingüística que
se lleva a cabo en este tipo de interacciones padre/madre-hijo y al leer un libro
por iniciativa propia; diferentes estudios han comprobado la importancia de
este tipo de espacios para el desarrollo infantil, en particular para el cogniti-
vo y comunicacional (Dezcallar et al., 2014; Verdisco et al.,2015; Takeuchi et
al.,2016).
Asimismo, se muestra que los factores individuales de los niños tienen
también un rol predictor; uno de ellos es la talla en relación con la edad. Estos
resultados son consistentes con experiencias previas, que demuestran que los
factores biomédicos y nutricionales cumplen un rol predictor sobre el desa-
rrollo del niño (Rubio-Codina et al., 2013). También, se ha comprobado que,
en la actualidad, frente a lo que se demostraba en décadas anteriores, el sexo
no guarda relación con el desarrollo del vocabulario (Cueto et al., 2014); esto
último se confirma en el presente estudio.
Sin embargo, se encuentra que la lengua materna en el hogar tiene una co-
220
I
rrelación muy baja con la variable dependiente y no resulta significativa como
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
predictor, lo cual contradice estudios como el de Cueto et al. (2014). Los niños
que tienen una lengua originaria en el hogar muestran puntajes similares en el
TVIP al de los castellanohablantes. Esto podría explicarse al tener en cuenta
las características de la aplicación del instrumento, pues a todos los niños del
estudio Niños del Milenio se les ofreció la posibilidad de rendir el TVIP en
castellano o en quechua, según su preferencia. Se puede suponer que aquellos
que tienen mayor dominio del quechua (frente al castellano) optaron por la
prueba en dicha lengua. Los que tomaron esta elección fueron excluidos de este
estudio, debido a que solo se analizaron los resultados del TVIP en castellano.
Así, se puede explicar que los participantes de la presente investigación que
tienen como lengua materna una originaria, tienen un suficiente dominio del
castellano.
De la misma manera, se observa que, para los participantes del estudio,
la asistencia a un centro de educación inicial no predice la amplitud del vo-
cabulario a los ocho años de edad, contrario a lo que se había encontrado en
otros estudios (Rubio-Codina et al., 2013; Cueto et al., 2016). En esa medida,
resulta importante explorar con mayor detenimiento las características de los
centros preescolares en futuros estudios que se enfoquen en contextos rurales
actuales. Una posible explicación podría relacionarse no solo con el difícil ac-
ceso a centros de educación inicial, sino también con la poca disponibilidad
de educadores cualificados en poblaciones rurales (Berlinski & Schady, 2015).
Al observar la predicción de las distintas variables que resultaron estar co-
rrelacionadas con el desarrollo del vocabulario, se halla cierta consistencia con
la teoría ecológica de Bronfenbrenner (1897). La variable con mayor predic-
ción sobre la amplitud del vocabulario es la edad, una variable individual. Las
variables que corresponden al hogar en el que nace el niño y las relaciones que
se dan en este lo que Bronfenbrenner (1987) categorizaba dentro del microsis-
tema son el índice socioeconómico y la educación de la madre, que siguiendo a
la edad son las que mayor predicción estadística ejercen sobre el desarrollo del
vocabulario. Las interacciones de los padres con sus hijos al ayudarlos a hacer
su tarea y los hábitos del niño de leer por entretenimiento son actividades que
también se dan al interior del hogar, pero además involucran el contexto esco-
lar (tareas de la escuela, aprendizaje de la lectura). Estas dos variables podrían
ser consideradas dentro del mesosistema por integrar dos entornos en los que
el niño participa de manera activa: las exigencias escolares y las relaciones de
los niños con los padres en el contexto académico.
Las características de las áreas rural y urbano se ubicarían en el exosiste-
ma, debido a que este ambiente incluye los recursos de la localidad que afectan
al niño con una menor proximidad. Así también, la influencia de los medios
de comunicación, las tradiciones culturales y las prácticas lingüísticas influyen
en el desarrollo del niño. Por lo tanto, alteraciones en los diferentes sistemas
inducirán a cambios, de diferente nivel de proximidad y complejidad, en el
desarrollo del niño. El orden de los coeficientes de las variables predictoras
I 221
coincide con la proximidad de los sistemas hacia el individuo, descritos por
maría cristina vásquez
Bronfenbrenner (1987): para la mayoría de variables, se cumple que las de ma-
yor proximidad al individuo presentan una mayor fuerza de predicción sobre
la amplitud del vocabulario.
Si bien todos estos datos ofrecen elementos para formular una explicación
de los factores asociados al desarrollo del vocabulario, debe considerarse que
los resultados no cuentan con representatividad nacional, sino que se aproxi-
man a describir la realidad de niños rurales castellanohablantes.
8. Conclusiones y recomendaciones
La presente investigación permite la identificación de los factores asociados al
desarrollo del vocabulario desde los primeros meses de vida de los niños naci-
dos en zonas rurales, incluido como una variable predictora el rol del área geo-
gráfica en la que crecen los niños. Al mostrar que la migración hacia áreas ur-
banas predice un mejor rendimiento en el vocabulario, no se pretende destacar
las ventajas de la migración. Por el contrario, se busca poner la atención sobre
dos realidades: (i) el contexto geográfico como un factor que puede mejorar el
desarrollo del niño si cuenta con los recursos suficientes, pues no está sujeto
únicamente a características intrínsecas del niño ni al hogar en el que nace,
y (ii) los cambios lingüísticos a los que se ven expuestos los niños migrantes.
El contexto geográfico de crecimiento se trata de una variable que engloba
las oportunidades que el niño encuentra en su medio (como los servicios bási-
cos, espacios de recreación, calidad educativa, entre otros). Dadas las eviden-
cias de la influencia que tiene el contexto sobre el desarrollo del niño, la posibi-
lidad de ampliar el vocabulario puede estar sujeta a cambios que se realicen en
el contexto geográfico, especialmente si el niño está expuesto a estos cambios
antes de los cinco años de edad. Se ha demostrado en diversos estudios inter-
nacionales que uno de los cambios más importantes para el desarrollo de los
niños es la estimulación temprana y la asistencia a un centro educativo inicial
formal de buena calidad (Berlinski & Schady, 2015).
Así, una de las intervenciones que podrían resultar de mayor beneficio
para los niños que nacen en áreas rurales es tener como prioridad la provisión
de centros educativos iniciales que brinden un servicio de calidad, que res-
ponda a las necesidades educativas específicas del contexto rural, así como a
las exigencias escolares del nivel primario (Berlinski & Schady, 2015). Uno de
los actores claves de la calidad educativa que se ofrece en estos centros son los
cuidadores o docentes, que muchas veces en las instituciones rurales no están
preparados de manera adecuada. Por ello, sería de especial relevancia propo-
ner políticas educativas que brinden capacitación a los cuidadores que están a
cargo de estos centros en las zonas rurales (muchas veces, son las madres de
la comunidad) respecto a la importancia y estrategias de estimulación tempra-
na. Asimismo, resulta importante que reciban acompañamiento y supervisión.
Debido a la poca densidad demográfica de las zonas rurales, los centros edu-
222
I
cativos suelen tener pocos estudiantes, lo que por un lado limita la cantidad de
la migración del campo a la ciudad y la amplitud del vocabulario
relaciones sociales de los niños, pero a nivel pedagógico podría resultar una
ventaja para que los cuidadores puedan dedicarse de manera personalizada
a los infantes y establecer vínculos cercanos que le permitan, entre otros as-
pectos, brindar una adecuada estimulación lingüística. Una de las actividades
de estimulación lingüística que puede darse tanto dentro como fuera de un
espacio educativo son los grupos de lectura de cuentos para niños (Bornstein
& Putnick, 2012); estos pueden ser organizados por diferentes agentes de la
comunidad. Cabe recordar que, cuando las familias y la comunidad se involu-
cran, las intervenciones pueden tener un mayor impacto en el desarrollo infan-
til (Broenell et al., 2016). De esta manera, se esperaría que la educación inicial
de calidad y alternativas de estimulación temprana (como grupos de lectura
de cuentos) signifiquen medidas concretas que empiecen a cerrar las brechas
educativas que presentan los niños en áreas rurales frente a sus pares urbanos.
Por otro lado, es de especial importancia conocer los cambios psicoedu-
cativos que ocurren en los niños migrantes para poder tomar acciones al res-
pecto; por ejemplo, si los docentes conocen, mediante capacitación o acompa-
ñamiento pedagógico, las características y necesidades específicas que traen
consigo los alumnos migrantes, podrían proveer de espacios de adaptación y
desarrollo lingüístico que los ayuden a responder a las exigencias de la escuela.
En conclusión, si el contexto rural ofrece mejores oportunidades educati-
vas y de estimulación lingüística, especialmente para los primeros años de vida
del niño, ampliará su desarrollo del vocabulario y aportará en el cierre de las
brechas educativas que existen respecto a los niños en zonas urbanas. Conside-
rando la trascendencia de la estimulación y desarrollo lingüístico, la amplitud
en el vocabulario de los niños en zonas rurales no solo supone una mejora en
los logros académicos, sino también en el desarrollo cognitivo y social.
I 223
maría cristina vásquez
Agradecimientos
El presente estudio ha sido desarrollado sobre la base de la tesis de la autora
para obtener la licenciatura en Psicología por la Universidad de Lima, la cual
fue asesorada por Luis Miguel Escurra. También se agradecen los aportes y
asesorías complementarias de Alejandra Miranda, Sandra Inurritegui, Santiago
Cueto, Juan León y Diego Ruiz.
Los datos usados en esta publicación provienen del estudio Niños del
Milenio, conocido internacionalmente como Young Lives, una investigación
longitudinal de quince años que analiza la naturaleza cambiante de la pobreza
infantil en Etiopía, India (estado de Andhra Pradesh), Perú y Vietnam (www.
ninosdelmilenio.org / www.younglives.org.ik). Niños del Milenio es co-finan-
ciado por el Departamento de Desarrollo Internacional (DFID, por sus siglas
en inglés) del gobierno del Reino Unido (2001 - 2017) y por el Ministerio de
Relaciones Exteriores de los Países Bajos (2010 - 2014). Las opiniones aquí
expresadas son de la autora y no necesariamente compartidas por el estudio
Niños del Milenio, la Universidad de Oxford, DFID ni otros donantes.
Nota biográfica
María Cristina Vásquez
Es psicóloga licenciada por la Universidad de Lima. Se ha desempeñado como
asistente de investigación en el área de Educación y Aprendizajes en el Grupo de
Análisis para el Desarrollo (GRADE) y actualmente es especialista de Factores
Asociados en la Oficina de Medición de la Calidad de los Aprendizajes (UMC)
en el Ministerio de Educación.
224
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